Vinilo regresó, por segunda vez, y tocó el pasado viernes en Plaza Mateo

Una camisa a cuadros, un saco, una remera roja y otra oscura. Así se presentó Vinilo el pasado viernes en Plaza Mateo, ahí entre el calor y la rambla. La banda que decidió no tocar más desde 2009 volvió a hacer rock en diciembre como reencuentro y bajo la premisa de ser un "único show". Y agarró gusto, y lo volvieron hacer. Antes, y como 'banda de telón', estuvieron sus amigos de Hermanos Brothers; estos (Frank Lampariello, Claudio Pintos, Emiliano Pérez, Fernando López y Diego Bustamante como invitado), como se dice en algún dicho popular, le dejaron la caldera caliente a la banda de fondo.

"La cuajada" (Vinilo, 2003) fue una de las canciones que inauguró la noche de la banda en el Parque Rodó, ante más de 300 espectadores, en su mayoría treintañeros nostálgicos; después fueron repartiendo más temas, como "Pesa y molesta", "Ángel" o el clásico "Qué pasa". Hubo más canciones del repertorio de los tres discos de este grupo (Vinilo, 2003. Hijos de Nadie, 2005. Aplastando la calma, 2007), que están todos disponibles en las plataformas YouTube y Spotify.

En el medio, el vocalista Mauricio "Coné" Vecino, quien pogeó con sus seguidores en más de dos temas, alzó sus manos mostrando unas llaves. Tras preguntar por su dueño y entregárselas en sus propias manos, gritó: "Vamos Vinilo, cabrones". Y el aplauso.

Fue el segundo regreso de una banda "de la movida de los 2000", supo ser partícipe y protagonista del Pilsen Rock y se merecía este cierre.

El telonero movió las cabezas:

Lampariello le pide a la gente que se acerque al escenario y comienza el show telonero. En el medio, le asegura al público que, "para tener éxito", hay que tener un porteño en la banda, y presenta a Pintos, el guitarrista. "Un vinilo y una botella", que pide, a gritos, que nunca falte el rock and roll fue uno de los temas de Hermanos Brothers.

Montevideo Portal I Agustín Zabala