"Cuando nació mi hijo dejé de trabajar para ocuparme de él. Muchas ideas han nacido de ahí. Ahora tiene dos años y medio y ya se da cuenta cuándo papá está jugando y cuándo está trabajando", explica a Efe Alain Samsofy.
El fotoartista tiene 33 años y reside en Lyon, la tercera ciudad más poblada de Francia. Allí documenta, en instantáneas que merodean por los territorios de "la poesía, el humor y la política", el asalto de las criaturas de LEGO al mundo de los humanos.
En su parcela creativa, que emana de la cultura "geek" y actualmente se expone en la galería Art Génération de París, los juguetes interactúan con elementos de la vida cotidiana: un pescador lanza su caña en una lata de sardinas, un jefe indio abandona enfadado un restaurante Buffalo Bill, un caracol ataca a su domador...
En su imaginario también aparecen superhéroes del cómic, como Superman, Spiderman o las Tortugas Ninja, o antihéroes de la televisión como Homero Simpson, todo a partir de los famosos muñequitos con manos de pinza.
Cuando no están posando, los personajes que crea desmembrando muñecos y accesorios de LEGO residen en una inmaculada estantería acristalada de su casa, un inquietante santuario donde decenas de muñecos esperan de pie su llamada en pedestales distribuidos en filas y columnas equidistantes.
"Mi hijo sabe que en casa hay unos LEGO que son suyos, para jugar, y otros que no se pueden tocar", bromea.
Fuente. EFE