Tortuga sin patas delanteras marcha sobre ruedas

Septimus, una tortuga de tierra propiedad de una familia de Hampshire, Reino Unido, se salvó de ser sacrificada luego de sufrir terribles heridas, gracias a un ingenioso dispositivo y su buena adaptación al mismo.

El quelonio es propiedad de Darren Strand, un promotor inmobiliario de 49 años de edad, y su hija Tabbie, de 13.

La familia perdió de vista a su mascota al principio del invierno boreal, cuando la tortuga se ocultó en un rincón del jardín familiar para comenzar su proceso de hibernación. Desafortunadamente, algunas ratas del vecindario hallaron al durmiente animal y lo atacaron.

Cuando Darren dio con el escondrijo de Septimus, el pobre animal carecía de extremidades delanteras. "Sus patas habían sido roídas por las ratas, y las heridas estaban infectadas y llenas de gusanos", explica el hombre en declaraciones citadas por MailOnline.

Darren y Tabbie llevaron al reptil a un veterinario, quien fue claro en las posibilidades que existían: tratar de instalar unas ruedas en lugar de los miembros amputados, sin garantía de que el procedimiento fuera exitoso, o lisa y llanamente sacrificar al animal.

El profesional tenía experiencia en colocar ruedas a tortugas, pero jamás lo había hecho en la parte delantera. Para lograrlo, el profesional utiliza una especie de masilla que pega a la parte inferior del caparazón.

Luego de la colocación de las ruedas, comenzó un proceso de adaptación, dificultado por la debilidad que presentaba el animal debido a las graves heridas que sufriera y su posterior infección. Afortunadamente, semanas después lograba moverse con relativa agilidad y se alimentaba como en los viejos tiempos.

El veterinario Ben Trimmer, quien curó las heridas de Septimus y le colocó las ruedas, asegura que esta clase de ataques no son frecuentes, y mucho menos aún por parte de ratas. Generalmente, son perros o zorros quienes las agreden.

"En ocasiones, una tortuga puede arreglárselas con tres patas, pero si perdió dos, las opciones son probar con las ruedas o sacrificarla", insiste.

"Utilizamos una mezcla de fibra de vidrio para unir el eje a la caparazón. Las ruedas que usamos provienen de aviones de aeromodelismo, ya que tienen el tamaño exacto. No pueden ser demasiado altas, porque la tortuga tiene que llegar con la boca al suelo para poder comer", concluye.