César Schmitz reside en la localidad de Enéas Marques, en el estado brasileño de Paraná. En los últimos tiempos se ha visto ante un enojoso problema: las cucarachas se han apoderado de su jardín.

Para deshacerse de ellas, el hombre ensayó un método- o una improvisación- un tanto original. Primero cavó en busca del cuartel general de los insectos, luego roció todo el lugar con veneno en aerosol y, no contento con ello, vertió combustible en el hoyo y le prendió fuego.

El video recoge precisamente esta última instancia cuando Schmitz arroja fósforo desde lejos ante la mirada atenta de sus perros.

Tal como se aprecia en las imágenes, las consecuencias de este acto sobrepasan las expectativas del dueño de casa. El insecticida -inflamable- rociado en cantidades industriales en el jardín, sumado a la gasolina y la llama, generan una explosión que destroza por competo el jardín, arrojando tierra en todas direcciones. Por fortuna, ni el dueño de casa ni sus animalitos resultaron lesionados.