Contenido creado por María Noel Dominguez
Inspiradoras

Sirve

Tarragona lanza una biblioteca de objetos para préstamo por cinco euros al año

La Biblioteca de las Cosas ofrece herramientas, electrodomésticos y hasta bicicletas con fines de reutilización.

17.11.2025 07:23

Lectura: 3'

2025-11-17T07:23:00-03:00
Compartir en

En vez de libros, los estantes de la recién creada Biblioteca de las Cosas de Tarragona están repletos de herramientas eléctricas, utensilios de cocina, sillas de ruedas, artículos deportivos y otros objetos que los vecinos pueden tomar prestados por un costo mínimo. El proyecto, pionero en la ciudad, promueve una economía del uso frente al consumo, con la reutilización como eje central.

Creada en 2023 por la cooperativa El Far Cooperatiu, esta biblioteca singular se basa en una lógica simple pero transformadora: muchos objetos no se usan a diario, pero pueden ser fundamentales en momentos puntuales. “Tenemos cosas que la gente no necesita cada día, pero sí de forma ocasional, como una lijadora o unas muletas”, explica Amanda Pérez, responsable del espacio.

El 90 % del inventario proviene de donaciones vecinales. El resto ha sido adquirido con apoyo público. Hacerse socio cuesta apenas cinco euros al año y da acceso al catálogo completo, consultable y reservable en línea. Algunos artículos tienen un pequeño coste semanal de entre uno y cinco euros, destinado al mantenimiento del proyecto.

Compartir en lugar de acumular

El modelo replica experiencias previas en Barcelona y otras ciudades europeas, pero se adapta a las necesidades locales. La biblioteca funciona como una tradicional: catálogo, fichas, reservas, tiempos de devolución. Solo que, en lugar de novelas o enciclopedias, se prestan desbrozadoras, cascos de moto, carritos de bebé, juegos de mesa, picadoras o máquinas de coser.

El objeto más demandado actualmente es una desmalezadora, que generó lista de espera. Su elevado costo, volumen y escasa frecuencia de uso la convierten en el ejemplo perfecto del espíritu del proyecto: facilitar el acceso sin necesidad de compra.

La filosofía de la Biblioteca de las Cosas va más allá del préstamo: promueve la reparación, el reciclaje y la capacitación comunitaria. “Fomentamos la idea de que no todo debe comprarse, y que muchas cosas pueden repararse si aprendemos a hacerlo”, sostiene Pérez.

Bicicletas recuperadas y nuevo uso social

Gracias a una alianza con la cooperativa L’Escamot, se ha incorporado una sección de bicicletas. El equipo rescata y repara unidades abandonadas o en desuso para devolverlas a la circulación. “Aprovechamos piezas útiles y las ponemos al servicio de la comunidad”, explica Roger Vives, a cargo del área.

El proyecto será inaugurado oficialmente el 22 de noviembre, pero ya cuenta con decenas de usuarios activos y un amplio respaldo ciudadano. En una época marcada por el sobreconsumo y la obsolescencia programada, la Biblioteca de las Cosas propone una alternativa concreta, sostenible y solidaria.

Con información de EFE