Contenido creado por Pablo Méndez
Tiempo libre

Nueve chavales

Ska-p en Montevideo

Unas 20 mil personas, saltaron, cantaron y bailaron con la música de SKA-P. La banda puso patas arriba el Parque Batlle y partió rumbo a la capital colombiana, con la promesa de regresar al país.

12.11.2009 18:24

Lectura: 3'

2009-11-12T18:24:00-03:00
Compartir en
Sobre las nueve y media de la noche, comenzaron las preparaciones para el show. Conectaron los equipos, armaron la batería, probaron los micrófonos, las luces, mientras el público daba cuenta de su expectativa ante un poco más de actividad en la máquina de humo y algunas luces que se apagan. Primero fueron las guitarras, después los vientos, las percusiones y al final la voz.

Los españoles abrieron el show con Ni Fu Ni Fa, un tema de su nuevo disco, “Lágrimas y Gozos”, poco conocido por las 20 mil personas que fueron al Velódromo y se animaron recién al segundo tema, que en términos general fue el primero que pudieron identificar: “El niño soldado”. Poco después llegó “la policía”, dando comienzo a una serie de desfile de personajes que se paseaban por el escenario, bien representados por el vocalista Pipi que supo ser, cura, condenado a muerte, ícono del capitalismo estadounidense y señora de revistas del corazón, de acuerdo a la canción.

Todo venía bien, hasta que los encargados de seguridad del show golpearon a uno de los adolescentes que atravesó las vallas para intentar llegar al escenario. Pero el problema tuvo pronta solución: Sin más, el vocalista Pulpul se bajó del escenario y se abrió paso sobre los responsables de seguridad, que al identificarlo dejaron que él se encargara. El chico volvió con el público, pero algunos integrantes de la banda continuaron discutiendo con el equipo de seguridad, recriminándole a uno de ellos haber repartido golpes contra el público del otro lado de la valla, por si estaban pensando en intentar cruzar.

Después de allí todo fue una fiesta, salvo por algunos botellazos que recibió la seguridad perimetral por parte de algunos fanáticos sin plata para la entrada. "Tío Sam", fue uno de los temas más coreados, junto con "Mestizaje", "El gato López", "el Vals del obrero" y por supuesto "Canabis" que fue acompañado por todo el Velódromo. Como recuerdos quedará la ronda colectiva que se organizó en "Derecho de Admisión", la guitarra que rompió Joxemi, sin quererlo y la pregunta que hizo el vocalista antes del tema “A la mierda”: "Eh, Uruguay ¿Qué pasó con la Ley de Caducidad?".

El sonido estuvo perfecto, tanto en potencia como en la mezcla. Quizás, el mayor debe estuvo en la propuesta audiovisual que no fue mucho más allá de alguna animación y carteles con una estética de DOS que curiosamente surgía buen efecto en el público. También hubo algunos dibujos interesantes y un video que mostraba ataques contra Palestina que acompañó el tema "Intifada".

Al final del show, parte de la banda se quedó charlando con el público que se arrimaba al escenario, ilustrando una llamativa horizontalidad y reciprocidad que estuvo latente el todo el show. Uno de los muchachos preguntó si volverían: "Por supuesto", respondió el líder de SKA-P.