La versatilidad de Abel Soria y las múltiples facetas en que es capaz de expresar su inagotable talento, hacen que sea imposible encasillar su arte en una sola definición. Sus composiciones literarias han sido fuente inspiradora para cantores populares, recitadores y payadores del Río de la Plata y le han abierto una huella que el público más diverso reconoce y aplaude.

Sin fruncir el ceño es una nueva muestra de su capacidad inigualable para expresar con humor las características de un modo de ser, esencialmente rural, del habitante de nuestra campaña. Sus libros son el testimonio vital de una vigencia sostenida en el tiempo, que puede medirse en décadas.

El escritor de Los Cerrillos retoma aquí la refrescante y permanente intención que lo caracteriza, buscando, con humor y un destacado manejo del idioma, la sonrisa cómplice del lector que ya tiene asegurada.