Se salvó de morir al nacer y se convirtió en el perro más viejo del mundo y de la historia

Guiness World Records acaba de anunciar a Bobi como el perro más viejo del mundo, con 30 años y 266 días.

Bobi es de Leiria y vive en Conqueiros, en la unión de los municipios de Souto da Carpalhosa y Ortigosa, en la ciudad portuguesa de Leiria.

Además de ostentar el récord de perro más anciano del mundo, también es el abuelo de todos lo canes, ya que la cifra es la mayor edad alcanzada por un perro que se haya registrado alguna vez.

Según consigna Diário de Leiria, Bobi es de la raza rafeiro del Alentejo, variedad cuyos ejemplares son apreciados como buenos pastores de ovinos y bovinos. La esperanza de vida de esta raza es de entre 12 y 14 años, tiempo que Bobi duplicó holgadamente.

El can fue registrado en el Servicio Médico-Veterinario del Municipio de Leiria en 1992, institución que confirmó la edad del animal, según el Guiness World Records. La historia de Bobi comenzó de una manera menos feliz y casi correría la misma suerte que la de sus tres hermanos.

“Lamentablemente en ese momento las personas mayores consideraban normal que no se pudieran tener más animales en casa […] y los enterraban en un hoyo para que no sobrevivieran”, explicó a Guinness Leonel Costa, dueño de Bobi.

Sin embargo, la familia Costa no se percató de que se habían olvidado de uno de los retoños de la camada. Leonel y sus hermanos escondieron a Bobi hasta que abrió los ojos para que sus padres decidieran quedarse con él. En ese momento, ni siquiera imaginaron que Bobi sería considerado el perro más viejo del mundo hoy.

Leonel describe a Bobi como un perro “sociable”, pero ahora menos aventurero que antes, debido a su edad. Caminar ya le resulta más difícil, por lo que pasa la mayor parte del tiempo en el patio con sus amigos felinos. También tiene problemas de visión y pasa más tiempo descansando.