El informe forense derriba algunos mitos sobre Jackson y también aporta datos muy extravagantes. Por ejemplo, que el cantante tenía tatuajes cosméticos muy bizarros en los labios, ojos y cuero cabelludo.
Tenía un tatuaje rosado alrededor del borde de los labios y también lo que aparentaba ser un tatuaje oscuro en la parte delantera de su cuero cabelludo, aparentemente para tapar los “paches” de calvicie. También tenía tatuado en negro el borde de sus párpados, como una suerte de maquillaje permanente.
Su cara y su cuello tenían marcas que demuestran las varias operaciones de cirugía plástica a las que se sometió el rey del pop. Sus brazos también tenían señales de pinchazos.
Un dato interesante que aporta el informe es que Jackson no era el delgadísimo y frágil hombre del que todos hablaban al momento de su muerte. La autopsia habla de un hombre muy atlético para sus 50 años. Pesaba 62 kilos, lo que es aceptable para un hombre de poco más de 1,70 metros. Su corazón era fuerte y no tenía síntoma alguno de deterioro. Además, casi todos sus órganos más importantes funcionaban correctamente.
Los pinchazos en los brazos, según se especuló, eran consecuencia de la inyección de drogas (como calmantes). De todos modos, Jackson tenía sí algunos problemas menores de salud: algo de artritis en los huesos de los dedos y la espina dorsal así como una leve obstrucción en las arterias de las piernas.
La parte más dañada del cuerpo del cantante eran los pulmones, que padecían una inflamación crónica. De todos modos, no se trataba de una condición lo suficientemente seria como para haber causado su muerte
“Su salud estaba bien, conr esultados dentro de lo normal”, afirmó el doctor Zeev Kain, del departamento de anestesiología de la Universidad de California, informa el Daily Mail.