Contenido creado por María Noel Dominguez
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Se cumplen 100 años de "El Proceso", la novela que dio fama póstuma a Kafka

La obra fue publicada en 1925, un año después de su muerte, por decisión de su amigo Max Brod.

25.04.2025 08:30

Lectura: 3'

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Hace exactamente un siglo, el 26 de abril de 1925, una pequeña editorial berlinesa publicaba por primera vez El proceso, una novela incompleta de un autor prácticamente desconocido fuera de ciertos círculos literarios. Su nombre: Franz Kafka. Su destino: convertirse en uno de los escritores más influyentes del siglo XX.

La publicación fue póstuma. Kafka había muerto un año antes, en 1924, víctima de la tuberculosis, y fue su amigo y albacea literario Max Brod quien desoyó la expresa voluntad del autor de destruir sus manuscritos. Así comenzó la leyenda literaria.

Un juicio personal convertido en literatura universal

La génesis de El proceso se remonta a un episodio personal: el encuentro de Kafka con su prometida Felice Bauer el 12 de julio de 1914, que el propio autor describió como “un juicio en un hotel”. Aquella ruptura íntima en Berlín encendió el motor creativo de una novela que transformaría la literatura.

En ella, Josef K. es arrestado sin conocer el motivo y atrapado en una maraña kafkiana de burocracia y arbitrariedad, en una trama que sigue resonando como símbolo de los totalitarismos, de la alienación moderna y del juicio interior.

Kafka escribió fragmentos en paralelo, en cuadernos sueltos, sin un orden definitivo. Brod los editó, les dio estructura y publicó el libro en Die Schmiede, desatando interpretaciones que van desde lo religioso hasta lo existencial y político.

Un legado forjado en contra de su deseo

Kafka pidió explícitamente que sus textos no publicados fueran destruidos. Brod, sin embargo, consideró que el valor literario y humano de El proceso, El castillo y América debía compartirse con el mundo. El resultado: una obra que redefinió la narrativa moderna y anticipó el siglo de los regímenes autoritarios, el absurdo burocrático y la angustia existencial.

Críticos como Kurt Tucholsky lo vieron con claridad desde el principio. En 1926, llamó a El proceso “el libro más inquietante de los últimos años” y predijo que Kafka crecería con el tiempo. No se equivocó.

El libro

Posiblemente algún desconocido había calumniado a Josef K., pues sin que éste hubiese hecho nada punible, fue detenido una mañana.

Al filo de la muerte, Franz Kafka pidió a su amigo Max Brod que destruyese todo el material que no había publicado en vida para que nunca viese la luz. Esta novela inacabada hubiese corrido esa suerte de no ser por Brod, quien advirtió el gran valor literario de dicha obra y desobedeció la petición de su amigo. Publicada póstumamente en 1925, Kafka escribió El proceso en la treintena y es una de las piezas clave de la producción de este autor checo.
La novela empieza con el arresto de Joseph K. una mañana en su casa, acusado por alguien de un crimen del que tampoco sabe nada. Desde ese momento, K. se adentra en una auténtica pesadilla. Ante unos jueces enigmáticos que aparentemente ignoran los detalles del caso, acaba repasando su vida en busca de algún hecho que haya podido merecer la denuncia y su detención. La inaccesibilidad de las altas instancias de la justicia y del Estado lo atrapa en un laberinto desmoralizante.