Rodolfo Saldain presenta "La era de los nuevos viejos"

El siglo pasado fue de explosión demográfica y auge de la adolescencia y la juventud. Este es el siglo del estancamiento demográfico y el apogeo de una nueva vejez, más enérgica, más productiva y saludable que nunca.

Hoy el crecimiento poblacional se restringe a algunas zonas del planeta, no precisamente las más prósperas. En tanto, en muchos de los países desarrollados la población se reduce. Algunos hablan de invierno demográfico; podría también llamársele primavera sénior, o de las canas.

El envejecimiento es el triunfo del hombre contra condiciones hostiles para la vida: sanitarias, medioambientales y sociales. Otro proceso que signará el futuro es el de la segunda era de las máquinas.

Nuevas tecnologías están haciendo por la capacidad de nuestro cerebro lo que el motor de vapor hizo por el poder de los músculos. Para muchos estamos en un punto de inflexión similar previo a la primera Revolución industrial, que llegó con su séquito de problemas sociales, ambientales y políticos, incluyendo revueltas y violencia. Tras aquella revolución pasaron más de dos generaciones para ver la enorme prosperidad que generó.

Ahora está en entredicho el empleo, principal forma de distribución de ingresos y estructurador de la vida diaria desde hace un par de siglos. No hay certezas sobre cómo será el trabajo; tan solo podemos intuir algunos aspectos.

Seguramente será más inestable, más autónomo, más presente a edades mayores y con requerimientos de recalificación permanentes. La tercera megatendencia es el crecimiento de la desigualdad. Una ínfima minoría de ganadores concentra una enorme parte de la riqueza global. Los sectores medios de los países ricos, sustento  de las democracias liberales de cuño social, son los grandes perdedores de la globalización. No menos de dos décadas de estancamiento salarial están en la base del descontento y malestar que llevaron al triunfo de Trump, al Brexit y a los chalecos amarillos franceses.

En Chile el estallido callejero tomó por sorpresa a la élite empresarial gobernante. Nada hace pensar que la desigualdad vaya a ceder en el corto plazo. Por el contrario, ahora se evidencia también en esperanzas de vida marcadamente dispares, según la situación socioeconómica de las personas. En breve es de esperar que se acentúe, como consecuencia de los avances en ingeniería genética, algunos ya disponibles. Ethan Hawke y Uma Thurman en Gattaca (1997), Matt Damon y Jodie Foster en Elysium (2013) protagonizan historias distópicas basadas en el desigual acceso a biotecnologías. ¿Superhumanos? Cientos de científicos están investigando procesos celulares regenerativos y cómo enlentecer o revertir el envejecimiento. ¿Superviejos? Ni lo bueno ni lo malo es inexorable.

Nuestras acciones y omisiones cuentan. La seguridad social es en gran medida responsable de consolidar sociedades más igualitarias. En el siglo pasado terció con vigor en beneficio del creciente proletariado y la emergente clase media. El entorno del siglo en curso sigue requiriendo de ella; pero es necesario protegerla de los más fervorosos partidarios de diseños de seguridad social adecuados a un mundo que ya pasó. ¿Cuál es el papel de la seguridad social en el nuevo contexto? ¿Cómo dar seguridad económica a más viejos, con menos jóvenes, durante más años? ¿Qué otros desafíos surgen de las tres megatendencias? Este libro aborda los efectos individuales de vidas más largas y los impactos colectivos de la masificación de la longevidad en el sistema de seguridad social.

Todo eso y más se podrá leer en este trabajo de Saldain

El autor

Rodolfo Saldain es abogado y se ha dedicado al mundo del trabajo, incluyendo sus ramas menos transitadas, como la normativa de seguridad y salud ocupacional. Es reconocido como uno de los principales expertos uruguayos en seguridad social, principal área de su actividad pública, docente y de investigación. Desde 1994 se dedica a la actividad profesional y empresarial.

Fue subdirector general de la extinta Dirección General de la Seguridad Social (1985-1986), integró el directorio del Banco de Previsión Social durante el mandado del presidente Julio María Sanguinetti (1986-1989) y fue su presidente desde 1990 a 1993, durante el mandato del presidente Luis A. Lacalle Herrera. Es coautor de la reforma previsional uruguaya de 1995 y la costarricensense procesada entre 1997 y 1999. Desarrolló actividad de consultoría internacional entre 1995 y 2005, en diversos proyectos de seguridad social.

Ha sido docente en la Universidad de la República, la Universidad Católica del Uruguay, la Universidad de Montevideo, el Centro Latinoamericano de Economía Humana y la Organización Iberoamericana de Seguridad Social. Tiene dos libros publicados por Fundación de Cultura Universitaria, "Reforma Jubilatoria. El nuevo modelo previsional" (1995) y, en coautoría "Beneficios Laborales y Seguridad Social en la Reforma Tributaria" (2007). Ha publicado decenas de artículos en revistas especializadas y varios capítulos en publicaciones colectivas.

En el año 2017 la representación empresarial en el Banco de Previsión Social y la Cámara de Industrias del Uruguay lo invitaron a coordinar un estudio propiciado por la Organización Internacional del Trabajo sobre el futuro del trabajo y su impacto en la seguridad social. Fue una actividad preparatoria, en el marco del tema central de los festejos de los 100 años de la OIT, en 2019. Este libro es tributario de ese proyecto en tanto lo llevó a retomar la investigación en seguridad social. Sin embargo, en esta oportunidad el abordaje se centra en la masificación de la longevidad, más que en el trabajo del futuro, el que aparece apenas lo imprescindible. La investigación, así como las valoraciones y propuestas que contiene este libro son exclusiva responsabilidad del autor y no comprenden a ninguna organización a la que esté o haya estado vinculado.

Más información: https://www.losnuevosviejos.com/