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Por The New York Times

Rita Indiana se enfrenta a todo tipo de fantasmas en su nuevo espectáculo

“Soy una abuela punk”, afirmó riendo. Ciertamente, no es la típica abuela.

14.04.2023 12:07

Lectura: 6'

2023-04-14T12:07:00-03:00
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Por The New York Times | Isabelia Herrera

"En lo que tú sácate un coro yo escribí cinco novela”.

Es el tipo de ataque que solo Rita Indiana podría lanzar en una canción. La letra (que aparece en “Como un dragón”, el sencillo principal del último álbum de la músico y escritora, “Mandinga Times”, de 2020) resume la abundancia interdisciplinar que ha cultivado en los últimos 20 años. También hacen gala de un tipo de realismo caribeño que mora en los personajes que habitan su mundo.

Un viernes por la tarde, Indiana correteaba por el Centro Cultural y Educativo Clemente Soto Vélez, en el Lower East Side de Manhattan, mientras posaba para fotografías y trabajaba en la decoración del escenario con un ayudante. Indiana y su esposa, la cineasta puertorriqueña Noelia Quintero Herencia, le estaban dando los últimos retoques a un espectáculo multimedia llamado “Tu nombre verdadero”, que se estrena el viernes en el Teatro Flamboyán del Clemente Soto Vélez.

Indiana, quien luce un enorme tatuaje de un búfalo americano en la mano derecha, suspiró mientras hacía una pausa para descansar en una banca. Unos mechones grises brotaban de su descuidado corte de cabello estilo ‘pixie’.

“Soy una abuela punk”, afirmó riendo.

Ciertamente, no es la típica abuela.

En las dos últimas décadas, esta artista dominicana de 45 años se ha convertido en una de las principales agitadoras culturales del Caribe. El repertorio de Indiana desestabiliza normas culturales profundamente arraigadas: no teme escribir escenas de sexo “queer” en sus premiados libros ni condenar a los políticos corruptos en sus canciones que rompen géneros. En 2010, ella y su banda Los Misterios publicaron el “El juidero”, un disco feroz sobre la añoranza de la diáspora y la identidad dominicana que desmenuzaba estilos como el merengue, el rock y el folclore afrodominicano.

Las primeras piezas de Indiana eran casi documentales, en los que exploraba las alegrías y contradicciones cotidianas de la vida caribeña. En los últimos años, se ha adentrado en universos más extravagantes y fantásticos. Para “Mandinga Times”, que fue nominado a un premio Grammy Latino, desarrolló un alter ego demoniaco no binario destinado a simbolizar todo tipo de cuerpos marginados.

Su novela de 2015, “La mucama de Ominculé”, un relato distópico ambientado en Santo Domingo, cuenta la historia de una protagonista transexual que viaja en el tiempo a través de una anémona marina divina para salvar al mundo de una catástrofe nuclear. Los estudiosos alaban el estilo agrupador de Indiana, sobre todo la manera en que integra el futurismo tropical, la poética queer y la vitalidad del habla dominicana para imaginar las posibilidades liberadoras del presente. El reconocimiento la ha convertido en una superestrella literaria; en la actualidad es directora en funciones del programa MFA de Escritura creativa en español de la Universidad de Nueva York. La teatralidad de “Tu nombre verdadero” se inspira en los años de adolescencia que Indiana pasó en el grupo de teatro independiente dominicano Teatro Guloya, donde estudió junto a los actores visionarios Claudio Rivera y Viena González. Quintero Herencia ha trabajado como directora, diseñadora de atrezzo y escenógrafa en la mayoría de las películas y videos musicales de Indiana, y aseveró que la obra contará con proyecciones visuales oníricas.

“Tu nombre verdadero” es el “destino inevitable de nuestras prácticas”, añadió Indiana.

Mientras conceptualizaban el espectáculo, encargado por la Americas Society, la pareja navegó por una ola de muerte, tanto personal como colectiva. Lloraron a los millones de víctimas de la pandemia, así como a amigos cercanos, familiares y músicos queridos como la madre de Quintero Herencia, el pintor dominicano Jorge Pineda y el icono del merengue Johnny Ventura. En parte, la presentación es una manera de guiar a “nuestros fantasmas” a un lugar mejor y procesar nuestros recuerdos de ellos, señaló Indiana.

La larga fascinación de la pareja por la muerte y las energías ancestrales afloró en sus trabajos anteriores.

“Nunca separo mi arte de mi mundo espiritual y del mundo de mis antepasados”, comentó Quintero Herencia. “No importa si es una película, un documental o un dibujo. Siempre hay un canal que abro que sé que está conectado con el mundo ancestral”.

Indiana, cuyo padre falleció de manera violenta cuando ella tenía unos 12 años, explicó que la muerte la ha intrigado desde que tiene uso de razón. A menudo se pregunta cómo un cuerpo “con el que amamos, luchamos, trabajamos, comprendemos y lloramos” de repente se convierte en nada.

Es un tema que también surgió de las heridas coloniales del Caribe. La isla de La Española, donde se encuentran Haití y la República Dominicana, fue la primera colonia del Nuevo Mundo en la que se asentó España en 1493. Indiana afirma que la región aún se enfrenta a su sórdido pasado (la masacre de los nativos taínos, la cruel violencia del comercio de esclavos en el Atlántico) y a todos los conocimientos y tradiciones culturales que fueron aniquilados en el proceso.

“El colonialismo es una máquina de muerte”, afirmó Indiana. “Nosotros formamos parte de eso: de todo ese dolor y de toda esa fábrica de huesos”.

Indiana recurrió a un equipo reducido de músicos para el espectáculo, entre ellos el compositor y colaborador habitual Luis Amed Irizarry, quien arregló el cancionero para piano y batería. Efraín Martínez, baterista que ha ido de gira con la ídolo del merengue Olga Tañón y ha grabado con el grupo de reggae Cultura Profética, también se unió al elenco. La artista recordó la influencia de su tía abuela Ivonne Haza, soprano condecorada, quien fue profesora de canto de algunos de los cantantes más famosos de la República Dominicana, como Fernandito Villalona y Sonia Silvestre. Haza daba clases en casa de los abuelos de Indiana, donde vivió Rita hasta los 7 años.

“Era como la banda sonora de mi tarea escolar: cuatro o cinco horas de esa música”, explicó, riendo entre dientes.

El cancionero es impresionista y esculpe en configuraciones abstractas el gagá dominicano, la copla española, el son cubano y otros géneros. Incluso hay un merengue experimental, inspirado en las partituras de Danny Elfman para las películas de Tim Burton, y un número country satírico en inglés que aborda la brutalidad de las dictaduras latinoamericanas. Indiana irrumpe en el coro de la canción, adoptando un acento sureño: “He’s our strongman, he’s our puppet, he’s our pawn/ You should see how he trips/ Over our banana splits/ When we choose his killers from among his own”. Rita Indiana en Nueva York el 2 de abril de 2023. (Luisa Opalesky/The New York Times) Rita Indiana en Nueva York el 2 de abril de 2023. (Luisa Opalesky/The New York Times)