Los equilibristas Nathan Paulin y Danny Menšík batieron el récord mundial de slackline con una caminata de más de un kilómetro a 600 metros de altura. La hazaña ocurrió en Aiglun, una comuna de los Alpes marítimos en Francia. Y como no podía ser de otra forma, los drones capturaron imágenes espectaculares de la hazaña.

El slackline se diferencia del funambulismo en que mientras que en este último se camina sobre un cable metálico totalmente tenso, en el último se hace sobre una cinta plana de nylon o poliéster, y sin ninguna vara u otro elemento para mantener el equilibrio.

Según consigna Gizmodo, para batir el récord hicieron falta ocho personas, dos días de preparativos y la ayuda de un dron para colocar y tensar los 80 kilos de cuerdas entre dos picos. Un extremo de la cinta quedó atado a un árbol y el otro a cuatro pernos en la roca, lo que a nadie en su sano juicio le daría ninguna confianza para cruzar (menos todavía si hablamos de mil metros de longitud y 600 de altura en el punto más alto).

Pero estos dos locos lo hicieron en 40 minutos. El video, que no es apto para acrofóbicos, también muestra algún intento fallido.

Otro francés, Théo Sanson, ostentaba el récord anterior: 493 metros sobre el desierto de Utah.