Punta del Este: tradición familiar y joya turística del verano uruguayo

Por décadas, Punta del Este fue sinónimo de vacaciones para miles de familias del Cono Sur. Pero también ha conquistado a visitantes de otras latitudes, como Conz Preti, periodista y madre de tres, que desde hace más de 40 años elige este rincón de Uruguay para reencontrarse con el mar y con la memoria.

En un ensayo publicado esta semana, Preti describe con afecto y detalle la magia de este enclave costero: desde su geografía diversa —que ofrece desde playas calmas como Mansa hasta olas bravas ideales para el surf— hasta su ambiente relajado, inclusivo y familiar. “Es una joya escondida en Sudamérica que merece ser visitada al menos una vez”, afirma.

Verano austral: una escapatoria del invierno boreal
Para quienes viven en el hemisferio norte, Punta del Este representa una alternativa ideal para escapar del frío invernal. Uruguay atraviesa su temporada alta de diciembre a marzo, con temperaturas cálidas, días largos y una vibrante actividad cultural y gastronómica.

El testimonio de Preti revela una experiencia compartida por muchos turistas: la facilidad para vacacionar en familia. Los niños son bienvenidos en todos los espacios, desde restaurantes hasta supermercados, y existen múltiples actividades diseñadas para ellos, como parques gratuitos, campamentos de día y ferias artesanales.

Una gastronomía que trasciende el asado
Aunque la carne uruguaya goza de fama mundial, la oferta culinaria en Punta del Este es tan variada como sofisticada. Desde clásicos como La Huella en José Ignacio, hasta opciones más informales como los chivitos de Rex, la ciudad ofrece platos para todos los paladares. Los amantes del dulce de leche y los productos frescos del mar encontrarán aquí un paraíso gastronómico.

Luces y sombras de la temporada alta
El período entre Navidad y Año Nuevo es particularmente atractivo, con celebraciones callejeras, fuegos artificiales y una atmósfera festiva. Pero también conlleva precios elevados y alta demanda en hoteles y restaurantes. Preti relata que los pasajes aéreos para su familia desde Estados Unidos rondaban los 18.000 dólares si se elegía viajar el 2 de enero.

Más que un destino turístico, un lazo emocional
El texto es también una crónica emocional sobre el paso del tiempo. Preti reconoce que parte del atractivo de Punta del Este radica en la posibilidad de compartir con sus hijos las mismas experiencias que marcaron su infancia. Esa dimensión afectiva convierte a este balneario no solo en un destino, sino en un ritual familiar, en un territorio cargado de recuerdos y de continuidad generacional.

Una postal del Cono Sur que sigue atrayendo al mundo
Punta del Este ha logrado mantener su encanto a lo largo de las décadas, combinando sofisticación con calidez, naturaleza con infraestructura, y exclusividad con hospitalidad. Aunque enfrenta desafíos propios de los destinos altamente demandados —como la presión inmobiliaria o los picos estacionales de precios—, continúa siendo uno de los epicentros turísticos más estables y prestigiosos del sur de América.