Contenido creado por Manuel Serra
Cultura

Pictures of you

Pata Torres: “Una buena foto me tiene que llevar al momento que se está viviendo en el recital”

Pata Torres ostenta el título de “fotógrafa del rock”: capturó a casi todas las bandas de nuestro país, además de a una gran cantidad de leyendas mundiales. Hablamos con ella sobre cómo llegó a formar parte de ese mundo y cómo lo vive.

24.11.2016 20:49

Lectura: 15'

2016-11-24T20:49:00-03:00
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Patricia Torres, más conocida por el apodo de "Pata", es la "fotógrafa del rock". Desde que empezó allá por los 2000 en ese primer recital de La Vela, no paró de sacar fotos. No sólo capturó momentos únicos de casi todas las bandas uruguayas, sino que también tuvo la oportunidad de inmortalizar a artistas de todo el mundo. Paul McCartney, The Cure, REM, Mick Jagger y Skay Beilinson son sólo algunos de los grupos o artistas que integran la lista de leyendas que pasaron por su lente.

Honesta, directa y sincera, ante todo, está orgullosa del título que ostenta, porque sabe que se lo ganó con mucho esfuerzo y dedicación, pero sin nunca perder la humildad. A su vez, valora mucho la complicidad y confianza que fue generando con los músicos. Condiciones a las que, además, considera vitales para que su trabajo salga bien.

Charlamos con ella entre los libros y los anaqueles de Yenny -de la Rambla-, donde estaba pactada la entrevista, con un diálogo que intentó indagar un poco en sus experiencias: desde el camino que tuvo que recorrer para llegar a donde está, las sensaciones que se viven a la hora de fotografiar a dioses de la música, el avance de la tecnología y sus consecuencias en el rubro, hasta qué es una buena foto.

***

¿Qué es una buena foto?

Tiene que trasmitir el momento en que fue. Una buena foto -no mía, de todo el mundo- me tiene que llevar a emocionarme y al momento. En el caso de la música, el momento que se está viviendo en el recital: las emociones que están pasando. No es un simple relevamiento de un escenario. Yo intento ver todo lo que está pasando, no sólo al artista.

¿Y desde cuándo sabés eso?

Tampoco es que tengo la certeza. Esto es para mí, no lo tomo como una premisa para todo el mundo. Es como me llega a mí.

Te pregunto porque estudiaste arquitectura y fue después que te fuiste a la fotografía. ¿Qué llevó a ese cambio?

Siempre me gustó la fotografía. Eso desde chiquita. Tenía 17 años y estaba estudiando fotografía. No es algo que aprendí de grande. En mi familia siempre había cámaras: mi padre, mi tío, que trabaja en France Press, y el otro, que trabajaba en Reuters, siempre me estaban enseñando. De hecho, mi familia es muy aficionada a la fotografía: compartimos lentes, cámaras toda la vida.

Entonces empecé arquitectura porque en realidad me encanta la carrera y fue lo que siempre quise hacer. Pero me gusta el arte en general; en la arquitectura también me gusta la parte de diseño, que en realidad tiene pila que ver con el ojo y la composición.

Esto lo conté varias veces, pero luego de hacer ese viaje divino de arquitectura, de diez meses por todo el mundo, vine con una cosa en la cabeza: "Voy a ponerme a estudiar". "Ya sé lo básico, pero quiero aprender mejor". Y me metí a hacer fotografía y eso me fue llevando a hacer mis prácticas. Las hacía siempre eligiendo gente. Gente, gente, gente. Yo no soy fotógrafa de paisajes.

¿Cómo llegaste a la fotografía de música?

Y... fue en las prácticas también, aunque también iba a teatro, que me gusta mucho. Pero la música siempre me hizo vibrar.

Entonces la música es una pasión anterior...

La música desde rata. Desde antes de empezar a estudiar fotografía. Empecemos por ahí: no existe mi vida sin música desde que tengo memoria. De pequeñita que estoy todo el tiempo escuchando música. Y cada vez que podía, estamos hablando que ya me gustaba U2, iba a Buenos Aires a verlos, todo el tiempo. Cada concierto que podía, cruzaba. En el 89 fui a ver todo lo que trajeron a la tribuna Olímpica: Sting, a Eric Clapton -que fue uno de los mejores conciertos de mi vida-, Paul Simon. Antes, creo que UB40 fue mi primer recital internacional; Estómagos capaz fue mi primer recital nacional. Yo tenía 15 y ya estaba disfrutando de la música, y no la estaba fotografiando.

Tengo una banda amiga que me aguanta el corazón !!!!! #Sporting #Vela #2003 ?? @lavela_oficial

Una foto publicada por Pata Torres Mazza (@patatorresmazza) el

¿Y cuándo fue la primera vez que fotografiaste un recital?

La Vela Puerca en el Sporting. Fui con mi cámara de película y ahí empecé a probar. Fueron un par de veces. Y después empezó la revista Freeway. Me vio Carlos Tarán, que yo lo conocía, y me propuso formar parte de la revista: ser la fotógrafa de los shows. Y yo dije: "No sé si estoy capacitada", pero empecé a probar, y consultaba con mi profesor, que en ese momento era Álvarito Percovich -de Fotoclub-, y él me dio para adelante todo el tiempo. Porque soy muy autocrítica y me iba a corregir con él, y me dijo que estaba bien.

Y en película sacabas muy poquitas fotos, no es como ahora, y revelabas forzado. Imaginate revelar negativo en 400 ASAs, revelado a 1600. Una cosa de locos. Todo un laburo tan artesanal era increíble.

Pero como trabajo empezó recién en el 2003. Todos esos años antes fueron de práctica. De incursionar en el vivo los primeros fueron La Vela.

Y de a poco te fuiste erigiendo como "la fotógrafa del rock", que ahora ya es un título ganado. ¿Costó? ¿Ser mujer quizás?

No, vos sabés que fue como super natural. Yo me sentí bienvenida en todos lados. Creo que también es por mi forma de ser: no soy prejuiciosa en nada, no tengo problema con nadie, me llevo bien con todo el mundo. Me ayudan todos: los asistentes, los técnicos, los iluminadores, los que arman el escenario. Y también sigue siendo el mismo grupo humano desde aquella época, no es que cambió.

Tampoco la confianza es de un momento al otro. Es como medio lento, hay que separar los límites: podés hasta acá o hasta acá no. La confianza con los músicos y los productores también me la fui ganando de a poco. No es rápido y por mi forma de ser tampoco iba a pretender imponerme en nada.

¿Cuándo viste que empezaste a tener esa confianza?

Justo en el 2003 pasó lo de Amanecer Búho, que fui la fotógrafa de Buenos Muchachos, lo de Frente a Frente de la Trampa. Entonces como ahí, de golpe, vi que tenía más confianza. O que me presentaron a Skay Beilinson en AFFE. Y fue todo como una rosca.

¿No lo sentiste muy de golpe?

Fue como muy fuerte ese año, por decirlo. Fue impresionante: desde lo "caradura" del primer año de estar fotografiando y ya hacer una muestra en el boliche del (Guillermo) "Cuico" Perazzo, el de Trotsky. Me acuerdo que hice la invitación y no le había pedido permiso ni a Gabriel (Peluffo) y le avisé el mismo día, y me dice "qué bueno que me avisaste porque iba a ir al boliche, voy un poco más tarde".

Gabriel va !

Una foto publicada por Pata Torres Mazza (@patatorresmazza) el

En 2010 sacás "En vivo" que imagino que fue como una forma de mostrar todo lo que habías hecho en ese primer período. ¿Cómo surgió?

"En vivo" fue una cosa que me pasaba, yo tenía ganas de hacer algo. Había hecho sólo esa muestra en el bar, ni siquiera en un museo. Nada muy profesional. Tenía un conocido en Editorial Sudamericana y me dijo: "¿por qué no presentás tu trabajo?". Y lo presenté mostrando mis fotos impresas -nada de cañón ni nada-. Todo muy artesanal: "Estas son mis fotos impresas, así pueden quedar". Y ahí también estaba con Rossana Piedra, que es mi amiga y es periodista, entonces las dos nos metimos en este baile del libro. Y ahí fue que elegimos a Santiago Velazco y a Gabriel Picá para hacer el diseño. Y el lanzamiento fue con Sudamericana.

Fue como un resumen desde que empecé -las primeras son todas de película, no está toqueteado- hasta ese momento.

En la contratapa del libro, Guillermo Peluffo (Trotsky Vengarán) escribe: "Después de ser fotografiado por Pata me dio la sensación de que al fin alguien nos entiende". Decías que generaste confianza, pero también lograste amistad con muchos de los músicos.

Claro. Es que eso de "al fin alguien nos entiende" es un tema de complicidad. Ahora justo acaba de salir Relajo pero con orden de Trotsky. Y vamos cambiando, de repente nos reímos de lo que hicimos hace mil años y ahora hicimos tremendo laburo. Es conocerlos y tener el mismo objetivo. Cuando ya los conocés hasta de memoria hay una complicidad impresionante donde vos les podés decir cosas. Tampoco yo me impongo.

Es, de alguna manera, un trabajo en conjunto.

Es que jamás voy a mostrar fotos que para mí están mal. Esas fotos las tiro. No van. Porque hay mil maneras de salir mal en el rock: imaginate, estás todo traspirado, inmundo. Una cosa es mostrar la euforia, pero otra la estética en general.

También tuviste la chance de fotografiar a muchos artistas internacionales, ¿cuáles te marcaron?

Me acuerdo cuando hice la solicitud de acreditación a REM en 2007 que era en Buenos Aires. Y fue por REM directo. Una amiga los conoce en Athens (Georgia) y pensé que, en vez de acreditarme con el productor para Freeway, podía ver de hacerlo directamente con ellos. Y ahí les mandé mi trabajo, a REM, a la banda, al manager, y me acreditaron. Y cuando fui a Buenos Aires estaba en la lista de ellos y para mí, que son mis ídolos totales, fue increíble. Fotografiar a REM fue una de las primeras cosas como "wow".

Y después todo lo que ha venido acá: Morrisey, mil bandas que yo me muero muerta...

" Anything worth doing is worth overdoing " , crack @mickjagger @therollingstones .

Una foto publicada por Pata Torres Mazza (@patatorresmazza) el

Pero, ¿cómo es, por ejemplo, pararte y estar sacándole una foto a Morrisey, una leyenda viviente?

Sí, o el otro día a Iggy Pop. No podía creer. Vos tenés ciertas reglas, que en el caso de Iggy eran dos temas, guardás la cámara y disfrutás el concierto. Entonces, eso lo cubrí para Yamp e Iggy Pop se tiró para el público, cantando las mejores canciones del mundo, y yo estaba al lado y te sale la fan de tocarle la mano o seguir fotografiando. Y seguí fotografiando, porque tenía dos temas y además no daba.

Y en el fondo, porque sos una profesional...

Y ta, ¿qué vas a hacer? Está ahí, está cantando: sacá lo mejor de vos, sacá la mejor foto, lo mejor que puedas trasmitir de lo que fue eso. Pero claro que te quedás con el corazón palpitante. Te quedás nerviosa. Estás nerviosa antes de que empiece. Estás nervioso todo el tiempo.

Cuando fui a fotografiar a The Cure, que es mi banda preferida del mundo, en Buenos Aires nos dieron cuatro temas. Y no me pude aguantar, me puse a llorar en el segundo tema, que era "Pictures of you". Y no podía más, bajé la cámara y disfruté un poco la emoción, y después seguí. Fue increíble.

También Paul McCartney fue increíble porque lo pude conocer. En el 2012 me contrataron para su show. Igual te gana lo profesional: es Paul McCartney pero mi objetivo es que salgan las mejores fotos del mundo. No me podía sacar una foto con él, ni con celular ni con nada, pero fue una de las experiencias más lindas que me tocó vivir.

Decías que tu primer show fue el de La Vela. Ahora por el aniversario de sus veinte años estuviste acá y también allá, en Buenos Aires, ¿se trabaja diferente en los dos lugares?

No, no. Es alucinante. Trabajar en Buenos Aires es increíble. Además el público de las primeras filas es el mismo acá que allá. Se repite un poco, son hasta las mismas caritas. Todos te saludan, te dan la bienvenida: "Pata, ¿qué tal?". Estás como en tu casa.

Lo que tiene es que son como megadimensiones y no conocés el escenario. Al Velódromo lo conozco de memoria. La dificultad entonces es esa: ir a ver, cómo es Atlanta, cómo es esto para cubrir bien.

¿Estudiás antes de los shows?

En Atlanta traté de llegar un poco temprano. Pero sí, la idea es estudiar: estudiar la logística para saber cómo moverte. Me pone muy nerviosa, si empieza a las 9, llegar a las 9 menos 5. Me pone super nerviosa.
En Iggy Pop estaba muy nerviosa, no sabía cómo iba a hacer. Estaba Hablan Por La Espalda y los cubrí y me quedé tranquila: "es acá", medí la luz, todo. Mínimamente nervioso te ponés. Nunca decís es una pavada. Si bien hace mucho tiempo que lo hago, me sigo poniendo nerviosa. Por suerte.

Vela 20 años , Atlanta .

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¿En todos estos años sentís que cambió la industria del rock? ¿Es más fácil vivir en esto?

No sé si es más fácil. Agradezco el reconocimiento general que tengo de las bandas, de la gente y de mis colegas. Gente que le gusta mi trabajo. Como ahora La Trampa me invitó a ser la fotógrafa oficial de los shows del regreso. Esas cosas a mí me dan como un "qué bueno esto".
Siento un reconocimiento, pero no se puede vivir de la fotografía de la música. Eso seguro.

¿Pero no hay más oportunidades: más shows, más bandas, etc...?

Hay más oportunidades pero también está creciendo. Hay muchos nuevos fotógrafos que quieren también hacer lo mismo que vos hiciste, o que hacés. Entonces, así como hay más oportunidades también hay menos oportunidades.

Me pasa un poco esto, pero mirá que a mí me encanta trabajar en grupo. Si me preguntás qué es lo máximo para mí, no es el individualismo, es trabajar en grupo. Hacer un grupo, convocar a un grupo. Como en el Bicentenario, que armamos un equipo de once personas para cubrir todo eso. O armar una Fiesta X y hacerla entre tres o cuatro. Se logra una energía que está buena, pero que está buena compartirla. Hay tomas que sí o sí las tenés que tener, son cosas que hay que prever, pensar en equipo, para poder asegurártelas.

A lo que voy: apoyo un montón el crecimiento de colegas. Pero apoyo también que sea un trabajo, no sólo gente disparando a las bandas.

Con la tecnología que avanza, que hace, por ejemplo, mucho más fácil acceder a una cámara. O personas que sacan fotos y después simplemente las suben. ¿Eso complica ese trabajo?

El otro día lo dije y lo digo sin problemas. Yo creo que está bien, que es válido, que practiquen, pero que después se vuelva una rutina y lo practiquen una vez, y otra vez, y otra vez... Eso para el que está haciendo de fotógrafo profesional no es bueno. Imagino que lo mismo pasaría en política o en fútbol, que yo no fotografío. Pero imaginate que toda la gente que fotografía una cancha y aparecen diez mil que quieren aprender y todos a la vez. Es como que hay un momento que decís "pah". Y es el mismo espacio para todos; los mismos temas para todos. Entonces es medio difícil convivir con toda esa masa de gente, que sean estudiantes, sean aficionados. Entiendo que si es un camino está bien que lo hagan un poquito de esa manera, pero hay un momento que se tiene que poner profesional.

Pienso que en el año 2000 cuando fui a fotografiar a La Vela, si hubiésemos sido 15 me hubiera sentido incómoda y me hubiera bajado del escenario y me hubiera corrido.

Ya para terminar: ¿cómo te llevás con Instagram, que es una red social de fotos, donde todos de alguna manera son como fotógrafos?

Eso no me molesta para nada. Me parece genial. O sea, el compartir cosas, desde el sentimiento, de cuando estás en el escenario, de cuando empieza, me parece alucinante.

Lo incómodo que te decía es la convivencia laboral, que es muy chico el lugar que tenemos destinado. O joroban los clicks. Depende el concierto: si fuera, por ejemplo, Franny Glass y hay un fotógrafo al lado haciendo diez mil clicks, yo me guardo, no saco una foto más. Hay momentos que tenés que ser silencioso. El respeto acá es lo más importante. Y el respeto es a los artistas: son ellos quienes están haciendo el espectáculo. Y vos, claro, tenés que generar una devolución linda, pero tu trabajo no es más importante que el de ellos.

Manuel Serra | (@serra_sur)