Contenido creado por Gerardo Carrasco
Curiosidades

Las polleras bien puestas

Para cumplir su deber, policía se disfraza de mujer amish

Para dar con un pervertido, un policía de EEUU pasa dos semanas disfrazado como una mujer amish.

16.04.2014 16:59

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2014-04-16T16:59:00-03:00
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Chad Adams tiene 39 años de edad y reviste como sargento en la estación de policía de Pulaski Township, pequeña localidad de Pensilvania cuya población no supera los 4.000 habitantes.

En dicha jurisdicción se habían cometido varios ataques sexuales contra mujeres y niñas, especialmente en el área de una de las numerosas comunidades amish que se encuentran en dicho estado. Los amish, que rechazan el progreso tecnológico, viven en condiciones propias de mediados del siglo XIX.

Para Adams, su aislamiento deliberado y la falta de elementos como iluminación eléctrica o telecomunicaciones, puede haber influido para que el agresor eligiera esa zona, ya que en ella le resultaróa más fácil actuar y escabullirse luego.

Según informa el periódico local New Castle News, los amish no permitieron que sus niños y niñas -víctimas o eventuales testigos del depravado- tetsificaran ante la policía, pero no pusieron reparos a la hora de colaborar de otra forma: le prestaron al sargento cofias, gorras, faldas y toda la indumentaria que suelen lucir sus mujeres, para que patrullara la zona debidamente camuflado.

Adams comenzó a hacer rondas disfrazado y en compañía de una mujer policía que también vestía la conservadora indumentaria amish. Con semejantes ropas se pasearon -ya juntos, ya separados- durante dos meses por las praderas, rutas y caminos vecinales donde el violador solía atacar. Debajo de sus largos vestidos ocultaban sus armas, esposas y radiotransmisores.

"Pensamos que si el sujeto iba conduciendo por la carretera y veía lo que él creía que era una mujer amish caminando, no se daría cuenta de que estaba ante un hombre hasta luego de haberse bajado del auto" cuenta Adams en declaraciones al mencionado periódico.

El sargento asegura que no le importaba vestirse como una señora amish, si con eso lograba echar el guante al depravado.

Luego de que empezaron sus patrullajes, los ataques cesaron por completo. Por lo tanto, Adams y sus compañeros continúan investigando el caso, pero él ya no se pasea con faldas por caminos del condado.

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