Música sin enemigos: José González

Hace un poco más de una década una publicidad televisiva volvió masiva una particular versión de la canción "Heartbeats" de la banda electrónica sueca The Knife.

La canción la cantaba otro sueco, pero con nombre y apellido "latino", acompañado solamente por una guitarra española, en un estilo que podía recordar tanto a Silvio Rodríguez como a Eduardo Mateo.

José González había editado su primer álbum, Veneer -donde estaba incluida esa versión- en 2003, en su natal Gotemburgo. El disco fue grabado en forma independiente y editado a través de un pequeño sello local. La inesperada popularidad de su música se dio lentamente, primero en Suecia y casi dos años después en el resto de Europa y Estados Unidos.

González estaba estudiando un doctorado en bioquímica cuando editó su disco. Hijo de argentinos exiliados a causa de la dictadura militar, había sido parte de bandas punk en su adolescencia, sin abandonar su amor por la guitarra española, que siguió tocando en su casa.

Influenciado por la música que escuchaba de pequeño -el primer Silvio Rodríguez, Atahualpa Yupanqui, Joao Gilberto- González comenzó a componer las canciones que formarían parte de ese primer álbum. Unos amigos al escuchar su música la asociaron inmediatamente con la del inglés Nick Drake, a quien él en verdad nunca había escuchado.

Drake, especialmente a través de su disco Pink Moon editado en 1973, fue todo un descubrimiento para José y eso se nota bastante en Veneer , además de las influencias -notorias sobre todo para un escucha sudamericano- de la música latinoamericana que escuchaba de niño.

Como a veces pasa, la música de González cayó en el momento perfecto. Se estaba viviendo una cierta revalorización de los sonidos acústicos a nivel global (la razón para la extraña elección de su música en un anuncio televisivo masivo) y su propuesta a la vez que calzaba con esa movida, tenía algo que la hacía distinta y por eso más atractiva. Un cantautor munido de una guitarra de cuerdas de nylon tocada con mucho virtuosismo y swing, cantando canciones sencillas, pero a la vez muy elaboradas en lo armónico y melódico, era algo novedoso en el mundo anglosajón.

Dejando de lado el hecho de que las canciones estaban cantadas en inglés por un sueco, un escucha uruguayo no tendría demasiado problema en asociar las canciones de González con la clásica figura del cantautor con "voz y guitarra" latinoamericano. El músico hizo explicitas sus influencias de Silvio Rodríguez y parte de la música brasileña. Hay también una clara conexión con la música uruguaya, mas allá de que González haya escuchado o no a Eduardo Mateo o a Fernando Cabrera por citar dos ejemplos locales que podrían asociarse a su propuesta. Los puntos comunes van desde el uso de la guitarra española como instrumento principal, a ciertas búsquedas armónicas, pasando por el uso de un formato pop beatle de canción, por más que se usen solo voz y guitarra como elementos principales. Y está ese aire melancólico, que puede ser muy sueco, pero escuchado desde aquí suena totalmente rioplatense.

En 2007 González editó In Our Nature, su segundo disco, confirmando su talento para hacer bellas canciones que tras su aire de sencillez revelaban complejidades rítmicas y armónicas. En el medio de su trabajo solista González continuó con sus amigos Elías Araya en batería y Tobias Winterkorn en órgano y sintetizador Moog, su actividad con el trío Junip, un grupo que había iniciado en 1998, antes de hacer su primer álbum. La propuesta, que amplía la paleta sonora de su obra solista, editó un Ep en 2005 y dos álbumes: Fields (2010) y Junip (2013).

El año pasado lanzó Vestiges &Claws, su tercer disco. El álbum continúa el mismo camino que sus trabajos anteriores, con algunos toques más folk ("Every Age", Open Book") y una veta rítmica "africana" más explicita ("What Will", "Afterglow") que a oídos de este lado del mundo lo emparentan más con Brasil y con Eduardo Mateo.

José González estuvo en Montevideo en 2007 dando un excelente recital en la Sala Zitarrosa junto a Juana Molina. Este próximo miércoles 11 de mayo volverá a la ciudad, esta vez para presentarse en La Trastienda. El recital continúa el ciclo Otoño Folk que inició Laura Marling en abril y continuará Calexico en junio.

Por Andrés Torrón