Contenido creado por Martín Otheguy
Música sin enemigos

Melancolía y psicodelia

Música sin enemigos: Hope Sandoval

El último disco de Hope Sandoval, la cantante de Mazzy Star, es analizado por Andrés Torrón en "Música sin enemigos".

10.11.2016 12:46

Lectura: 4'

2016-11-10T12:46:00-03:00
Compartir en

En la década de 1990 pasaron muchas cosas interesantes en materia de música popular. Una de esas tantas cosas fue el surgimiento de bandas que, en gran parte inspiradas por la obra de Velvet Underground en los 60's y la posterior movida neoyorquina pre punk de los 70's, intentaron darle una nueva vuelta a la idea de canción pop con sonido roquero. Grupos estadounidenses como Yo La Tengo, Luna o Pavement son buenos ejemplos de esta movida, responsable sin quererlo de que hoy usemos el confuso y perezoso término rock indie para englobar una cantidad de música muy distinta entre sí.

De estos grupos hubo uno que, inspirándose en el costado más psicodélico y climático de la Velvet, juntó también influencias combinadas del shoegaze y el twee pop británicos y las bandas de sonido de los filmes de David Lynch.

Mazzy Star, el dúo integrado por el compositor, guitarrista y productor David Roback y la compositora y cantante Hope Sandoval, mostró en tres discos editados entre 1990 y 1996 cómo todas esas cosas se podían combinar de forma muy personal. Esos tres álbumes redondearon una propuesta donde el sonido y los climas eran fundamentales pero no dejaban para nada de lado las melodías y el formato de canción pop.

El grupo nunca fue masivamente exitoso, salvo por la canción "Fade Into You" editada en 1993, incluida en el disco So Tonight That I Might See, pero mostró ser bastante influyente.

Cuando 16 años después regresaron con un nuevo álbum, quienes no habían prestado atención a la banda en su momento pudieron ver que su propuesta había sido muy escuchada por gente como Beach House o Lana del Rey.

Gran parte de la personalidad de Mazzy Star está dada por la voz de Hope Sandoval, capaz de mostrar a la vez intimidad y distancia. Si el grupo puede considerarse un descendiente indirecto de Velvet Underground, Sandoval debe su linaje, consciente o inconscientemente, a las cantantes francesas de los años 60 y a vocalistas provenientes del jazz como Blossom Dearie. Esa combinación de "emoción distanciada" logra momentos muy cautivantes como la canción "Look on Down from the Bridge" incluida en la banda sonora del episodio final de The Sopranos y en uno de los mejores capítulos de la gran serie animada Rick and Morty.

https://youtu.be/jEgX64n3T7g

Durante la década y media que Mazzy Star se mantuvo inactivo Sandoval colaboró con artistas muy diversos como The Jesus and Mary Chain, Massive Attack, Chemical Brothers o Air. También formó una nueva banda junto al baterista de My Bloody Valentine Colm Ó Cíosóig, llamada Hope Sandoval & The Warm Inventions.
El proyecto editó un disco en 2001 llamado Bavarian Fruit Bread y otro en 2009 titulado Through the Devil Softly.
Siguiendo esa línea de tomarse mucho tiempo entre álbum y álbum, Sandoval acaba de editar un nuevo disco con The Warm Inventions.

Until The Hunter continúa la línea de los dos discos anteriores del dúo, haciendo foco en el costado más folk y acústico de Sandoval con Mazzy Star. La casi única excepción es la muy psicodélica "Into The Trees" que abre el disco y que se extiende por nueve minutos que según el mood en que se escuche el tema pueden llegar a parecer cortos en su desarrollo climático.

Las otras canciones a veces parecen una continuación (no una copia) de Seasons of Your Day, el ultimo y bastante reciente -2013- disco de Mazzy Star, lo cual no es para nada un demérito, al contrario. Hay otros temas como "Let Me Get There", cantada a dúo con Kurt Vile o "Isn't It True", que exponen musicalmente un costado luminoso, poco presente en la música de ambos dúos.

Sandoval, pese a su escasa y dispersa discografía demuestra que no solo es una gran cantante y compositora, sino una artista que en estas tres décadas ha sido mucho más influyente de lo que generalmente se reconoce.

Por Andrés Torrón