Museo de orinales e inodoros de Praga es el mayor del mundo en su clase

Filas de recipientes de todo tipo, de distintas formas y tamaños, de madera, metal o plástico, así como distintos tipos de papel higiénico, se exponen en este museo.

Todo empezó cuando "compramos una fortaleza del siglo X cerca de Praga y descubrimos un inodoro histórico", afirmó Jan Sedlacek, quien dirige este museo.

"Quisimos saber cómo la gente hacía sus necesidades en el pasado y empezamos a coleccionar objetos. Cuando logramos juntar 300, decidimos mostrarlos al público", agregó.

El museo ocupa dos pisos de una casa antigua de Praga y recibe unos 600 visitantes por mes.

El director asegura que el suyo es el museo más grande del mundo en su clase, superando a otros similares que existen en España e India.

"Siempre estamos a la caza de piezas con historia", destaca Sedlacek, quien señala algunas piezas únicas del lugar, como una bacinilla hecha con un casco alemán de la II Guerra Mundial, un excusado empleado por Napoleón Bonaparte y un Washiki, dispositivo japonés diseñado para hacer las necesidades en cuclillas, algo muy difícil de conseguir (el dispositivo, no defecar agachado).

Otra de las joyitas de la colección es una pelela francesa del siglo XVI diseñada para damas. Estas eran distribuidas entre las mujeres por el predicador Louis Bourdaloue, para lograr que las mujeres resistieran sus interminables sermones sin ausentarse.

Muchos de los orinales destacan por la belleza de sus diseños y grabados. "Algunos ven estos recipientes y exclaman ‘¡Santo Dios, hemos tomado sopa de una bacinilla durante toda la vida'", cuenta el director.