Miley fue fotografiada por paparazzi mientras descansaba en un hotel de Miami Beach, donde se paseó con un pequeño bikini color rosa que en ocasiones desprendía para broncearse sin marcas.

Las fotos aparecen en la mayoría de los sitios especializados en celebridades, y coinciden en que la joven quiere adoptar una imagen más adulta y atrevida que la que pesa sobre ella desde su participación en Hannah Montana.

Como parte de ese cambio radical, la joven dejó ver que se había tatuado la frase "Just breathe" ("Sólo respira") debajo de uno de sus pechos.