Habáname es un grupo integrado por músicos cubanos y uruguayos, que fusiona de manera particular las músicas populares de ambos países. El próximo 9 de abril se presentará en vivo en la Sala Hugo Balzo del Auditorio del Sodre, recorriendo las canciones de Del Malecón a la Rambla (Perro Andaluz, 2014) y el resto de su repertorio. Las localidades están a la venta en Tickantel y en la boletería del Auditorio (Andes y Mercedes).

El grupo, integrado por los cubanos Susana Martínez (voz y piano) y Juan Prada (piano), y los uruguayos Enrique "Checo" Anselmi (bajo), Sergio Tulbovitz (percusión), Gerardo Vázquez (percusión), y Paula González (clarinete y voz), recrea el cancionero tanguero, las composiciones de artistas locales como Fernando Cabrera y Ruben Rada y sus propias creaciones, empapados del inconfundible sonido cubano sin perder su impronta rioplatense.

Antes del show invitamos a Susana Martínez a responder nuestra Metralleta, y el resultado es lo que se lee a continuación:


*

¿Cuál fue el primer (o los primeros) artistas uruguayos que te cautivaron?
En la década del 80, siendo estudiante del Instituto Superior de Arte de La Habana, un compañero de estudios, Sergio Tulbovitz, uruguayo él, me hizo conocer la música de Jaime Roos, Ruben Rada, Leo Masliah y Opa Trío, entre otros. Luego tuve la oportunidad de ver en vivo a Jaime y Rada en el festival de Varadero y también a Leo Masliah en La Habana. Desde entonces me ha seguido cautivando la obra de estos artistas.

¿Y el último?
Si tuviera que nombrar solamente a uno de los muchos que he ido conociendo ya viviendo en Uruguay, indudablemente no podría dejar de mencionar a Fernando Cabrera, creo que es uno de los grandes creadores de esta tierra.

¿Qué tienen en común las músicas populares de Uruguay y de Cuba?
Sin dudas tenemos en común la influencia africana, y europea. Algunos puntos en común: el papel fundamental de la guitarra acompañando la voz, tanto en la milonga y el tango como en el son y el bolero cubano. También la vital importancia del uso de la percusión con antecedente africano en ambos países (el candombe en Uruguay, la rumba y el son, entre otros, en Cuba).

¿Y cuál creés que es su principal diferencia?
Quizás la diferencia esté en la mayor cantidad de géneros bailables existentes en Cuba, derivados del son, el danzón y la rumba; ritmos como el chachachá, el mambo, la guaracha, el songo, mozambique, etc. También existe en Cuba una gran influencia del jazz norteamericano que al fusionarse con los ritmos cubanos dio lugar al jazz afrocubano o latino.

¿Recordás cuál fue el primer disco que te compraste?
El primer disco que recuerdo me compré en mi adolescencia en Cuba fue Dias y Flores, de Silvio Rodriguez. Realmente me marcó y lo sigo escuchando con el mismo placer de entonces.

¿Y el último?
Norte, Sur, Este y Aquel, del cantautor cubano Vanito Brown, uno de los mejores representantes de la nueva canción cubana.

¿Cuál fue la primera canción que aprendiste a cantar?
De niña me encantaba cantar una canción infantil cubana:" Gatito Vinagrito", de Teresita Fernández, quien fue la mayor creadora de música infantil en Cuba.

¿Hubo una renovación en la música cubana tras el surgimiento de la Nueva Trova?
Sí, la hubo, sin duda. El movimiento de la Nueva Trova tuvo gran importancia en el desarrollo de la canción cubana. Surge con el antecedente de la trova tradicional cubana pero se nutrió también de otros géneros como el rock y el pop, entre otros. Sus letras reflejaban la realidad social que se vivía, la vida cotidiana, junto a temáticas más universales.
Hay una constante renovación de jóvenes cantautores y músicos cubanos que se nutrieron no solamente de esta Nueva Trova, sino también de otras músicas como el rock argentino, los creadores de Brasil, el funk, etc.


¿Qué artista no hay que dejar de escuchar jamás?

Podría nombrar a muchos de varios estilos. Por mi formación como pianista clásica, el primero que me viene a la mente es Bach.

¿Qué libro(s) estás leyendo?
El amante japonés de Isabel Allende.


¿Cuáles fueron las últimas películas que te gustaron?
Hombre irracional, de Woody Allen; Ocho apellidos vascos, de Emilio Martínez-Lázaro.

¿Qué tiene que tener una canción para que la interpretes?
Cuando interpreto una canción me gusta sentirme parte de ella. Para que eso suceda necesito una letra que me identifique, junto a una armonía y una melodía que me hagan vibrar.

¿Hay algún género musical en el que no incursionarían? ¿Por qué?
Respeto todos los géneros y gustos musicales, pero no me veo cantando reguetón, por ejemplo.

¿Cuál es el público más exigente?
He tenido la suerte de encontrarme aquí con un público conocedor y amante de la música cubana. Por ese mismo motivo también lo veo como un público exigente y al mismo tiempo cálido y generoso con la propuesta de Habáname.

¿Para qué sirven las canciones?
Las canciones transmiten múltiples mensajes y un sinfín de emociones. Sirve para casi todo: para amar, para divertirse, para unir, recordar, llorar.