Quienes celebran Halloween sujetándose a la ortodoxia, eligen sus disfraces de acuerdo a una lista más bien acotada, que se limita a los clásicos del horror. Brujas, vampiros, momias y diablillos son algunos de los favoritos. Sin embargo, cada vez son más quienes escogen disfraces menos clásicos, y los de superhéroes son algunos de los favoritos.

Y también están los desenfadados provocadores, que desde el humor negro logran provocar y hasta indignar. Seguro que reciben menos caramelos que los otros.