Contenido creado por Gerardo Carrasco
Curiosidades

Decime qué se siente

Le robaron el asiento de la bici y se tomó una extraña y desmesurada venganza

Akio Hatori tiene 61 años y vive en Tokio, Japón. Su cara salió en los noticieros por su curiosa retaliación.

16.10.2019 10:44

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2019-10-16T10:44:00-03:00
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Un hombre de 61 años residente en el barrio Ota de Tokio, Japón, fue arrestado recientemente por robar asientos de bicicleta. El hombre no había robado ni uno, ni dos, ni media docena, sino la descomunal cifra de 159, objetos que conservaba en su domicilio.

A principios de este mes, Akio Hatori fue detenido por el robo de un asiento de bicicleta cometido el 29 de agosto. Desafortunadamente para él, la víctima llamó a la policía. Y aunque se trataba de un delito menor, la policía lo investigó.

Imágenes de cámaras de vigilancia lo mostraban quitando tranquilamente el asiento de una bicicleta estacionada, objeto que luego arrojaba en el canasto de su propia bici, en la que se marchaba pedaleando.

La semana pasada, agentes procedieron al allanamiento de la casa de Hatori. Esperaban quizá encontrar el sillín robado, pero no toparse con toda una colección.

Interrogado, el hombre contó su historia acerca de cómo llegó a apoderarse de 159 asientos de bicicleta. Dijo que a mediados del año pasado alguien le robó el sillín de su velocípedo. Entonces se sintió muy mal, y decepcionado con el género humano. Y entonces decidido que haría que otras personas experimentaran lo mismo.

Así, en lugar de denunciar el robo o al menos tratar de identificar al ladrón para poder vengarse de él en particular, Hatori se convirtió en un ladrón serial de asientos de bicicleta.

"Tuve que comprar otro asiento de bicicleta después de que el mío fuera robado. Después de eso comencé a robar por venganza. Quería que otros supieran qué se siente", dijo en su declaración a la policía, según recogiera el medio local ANN News.

Tras el allanamiento, la policía amplió las pesquisas y descubrió nuevos videos protagonizados por Hatori. En algunos de ellos se lo ve circular en bicicleta por la ciudad, con el canasto de su vehículo lleno de sillines robados.

El singular ladrón afrontará varios cargos por robo, en un juicio para el que todavía no se fijó fecha.