Cada dos días, Ashley Bartyk, una nieta, maneja 30 minutos para reencontrar a la anciana pareja, y cuando llega el momento del adiós aparecen las emociones. "Es un arrebato emocional de ambos", contó la nieta en una entrevista a la CNN.

La misma nieta fue la que publicó una foto de la desgarradora rutina en su muro de Facebook, con la idea de atraer la atención de las autoridades. El post cruzó fronteras y se compartió miles de veces, ganando la atención del mundo entero.

Wolf tuvo que internarse en el asilo Yale Road en enero, después de sufrir una insuficiencia cardíaca congestiva, mientras que su esposa Anita, de 81 años, vive lejos en otro asilo alejada. Desde entonces, cuenta la nieta, esperan que el servicio de salud logre reunirlos.

"Él ni siquiera está recibiendo el cuidado apropiado donde está, que no incluye la terapia física que se nos prometió (¡la única razón por la que está en una silla de ruedas se debe a que han sido 8 meses de no caminar!) ¡No se merecen esto! Económica, física y emocionalmente agotados, yo y mi familia estamos pidiendo su ayuda, amigos. Queremos justicia para mis abuelos, que después de 62 años juntos merecen pasar sus últimos momentos en el mismo edificio", escribió Bartyik.

Wolf también sufre de demencia y, aunque todavía recuerda a su esposa, la joven teme que pronto no lo consiga. "Es una carrera contra el tiempo", dijo.

Al parecer la publicación en Facebook también conmovió a las autoridades sanitarias canadienses.

"Esta es una situación dolorosa para la familia, y es bastante molesto para nosotros también", dijo una portavoz de Fraser Health. "Nos hemos comprometido a reunir a la pareja y esperamos hacerlo dentro de las próximas semanas".