Astutos y sigilosos, los felinos suelen ser unos depredadores formidables. Y este gatito, filmado en la ciudad vietnamita de Vung Tau, demuestra que pueden desarrollar estrategias más "sociales", adaptadas a la convivencia con los humanos.

Al gato en cuestión se le hacía agua la boca con un pescadito frito, pero fue capaz de disimular ese interés y fingir que estaba en los brazos de Morfeo. Muy poco a poco fue iniciando unas tímidas maniobras de aproximación, hasta que llegó el momento del zarpazo decisivo.