La casa argentina de Hitler

La polémica teoría de que Adolf Hitler no se suicidó en su búnker secreto, volvió a surgir la semana pasada. En realidad habría huido a España en abril de 1945, desde donde escapó en submarino a la Patagonia argentina y vivió al menos dos décadas en una mansión de Villa La Angostura.

El libro "Lobo gris: el escape de Adolf" se dio a conocer días atrás. Escrito por los británicos Gerrard Williams y Simon Dunstan, deberán enfrentar la demanda del periodista argentino Abel Basti, quien ya había publicado la información de la fuga de Hitler al sur argentino, con el aval de Estados Unidos y la complicidad del peronismo.

"Acá varias veces se dijo que en esa casa vivió Hitler, es una versión que circuló siempre", dijeron a Perfil en la Dirección de Cultura de la municipalidad. Se trata de la residencia Inalco, sobre la orilla más inaccesible del lago Nahuel Huapi.

Bastí, el periodista que durante años siguió el rastro de criminales nazis en Argentina, dijo que esa vivienda "fue construida en 1943, cuando los nazis ya preparaban la huida, por el arquitecto Alejandro Bustillo, quien había hecho otras obras para exiliados alemanes en la Patagonia".

Quien primero había relatado esta historia fue el italiano Patrick Burnside, quien hace algunos años escribió que el líder nazi reprodujo en la cordillera argentina el estilo de vida que llevaba en su mansión de Los Alpes. En Inalco se repetían las excentricidades arquitectónicas de Hitler y Eva Braun: dormitorios conectados por baños y vestidores, una casa de té junto a una minigranja y un bosque en la parte trasera que cortaba el campo visual desde afuera.

Con respecto a la propiedad de la casa, en 1943 el terreno fue comprado por un abogado ligado a capitales alemanes que luego se acercaría a Juan Domingo Perón. Más tarde fue controlada por Jorge Antonio, financista del mandatario argentino. En 1970, cuando Hitler ya había muerto según estas teorías, pasó a manos del banquero José Rafael Trozzo, cuya familia tiene hoy la casa en venta.