Lily Allen, la joven cantante británica, volvió a tener problemas con el alcohol, y debió ser trasladada hasta su automóvil por otra persona. Ocurrió en la entrega de premios a la Mujer del Año, en Londres.

Según la crónica del portal Just Jared la borrachera que contrajo la cantante fue tal que debió ser auxiliada por un tercero para abandonar la fiesta.