Kelly Brook diseñó una colección para New Look, siendo la primera línea enteramente pensada para mujeres curvilíneas que se vende con esta grifa.
La joven luego se vistió con cada uno de los conjuntos para la campaña publicitaria, demostrando que se adaptan perfectamente a las mujeres como ella.
Brook, de 32 años, describió la línea como ideal para las "mujeres con curvas que tienen problemas para encontrar ropa en un mundo obsesionado con la talla cero", y expresó que diseñó cada pieza para ver a las mujeres como ella "felices y bien vestidas".