Una jubilada brasileña de 61 años fue víctima de una estafa en redes sociales. Casos de ese cariz suceden, por desgracia, a diario y en todo el mundo. Sin embargo, este posee un ingrediente que lo hace original.
Según informa el medio local UOL, el estafador se hizo pasar por el actor estadounidense Johnny Depp. El delincuente utilizó —como en la canción de Los Rancheros— armas de seducción y terminó por despojar a su víctima de una cifra cercana a los 40.000 dólares.
El caso comenzó en el año 2020, en medio de las restricciones de movilidad por la pandemia de covid-19. La mujer, residente en la localidad paulista de Osasco, inició un diálogo con un perfil de Instagram que usurpaba la personalidad del actor.
La víctima dijo ante la Justicia brasileña que al principio se dio un diálogo sobre “cosas cotidianas”, pero luego de entrar en confianza comenzaron las confidencias.
Tras pasar a ser íntimos, el falso Depp dijo a la sexagenaria que la batalla legal con su exesposa le estaba causando problemas económicos. La mujer relató que su interlocutor expuso “una triste historia de que necesitaba dinero para pagar los juicios en los casos en los que estaba involucrado”.
En ese momento, el verdadero Johnny Depp se encontraba efectivamente en una disputa legal con su antigua compañera, la también actriz Amber Heard, querella que recién terminó en junio de este año, y en la que fue encontrado inocente de los cargos de violencia doméstica de los que se le acusaba.
“Junto a la triste historia de no tener dinero para pagar los honorarios, se inició un ‘romance’ donde el estafador prometía llevársela a vivir con él”, explicó Eduarda Tosi, abogada de la víctima.
“La pandemia contribuyó a que se creyera cada mentira que le contaba el estafador, dado el shock emocional vivido. Ella solo buscaba una salida o un cambio de vida”, añadió la legista.
La demanda también establece que la jubilada incluso se sometió a una cirugía plástica, cuando creía que viviría en Los Ángeles con el actor, y la víctima afirma que vendió un auto y una casa para ayudar al falso Depp. Los envíos de dinero se hicieron a una cuenta del Banco do Brasil que, según el estafador, pertenecía a un “amigo brasileño de su abogado”.
Las conversaciones terminaron luego de que el hijo de la víctima le consultara por las inexplicables transferencias y descubriera la maniobra. Luego, la jubilada presentó una demanda contra el Banco do Brasil, “por falta de mantenimiento y supervisión”, responsabilizando a la institución por permitir que un estafador abriera una cuenta fraudulenta.
El Banco do Brasil, por su parte, alegó que la mujer “transfirió los valores por voluntad propia”.
“El daño no fue causado por el banco, sino por hechos fuera de su alcance”, dijo el equipo jurídico de la institución bancaria.
El caso presentado por la víctima fue rechazado en primera instancia, pero todavía es posible apelar.
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