Una joven china renunció al empleo en el que se había desempeñado durante cinco años, luego de sentirse decepcionada por sus compañeros.

Según recoge el medio local ETtoday, la joven invitó a su casamiento a setenta compañeros de trabajo, pero solo uno de ellos acudió a la fiesta.

La mujer, cuya identidad se mantuvo en el anonimato, llevaba cinco años en la empresa y sentía que tenía una buena relación con sus compañeros de trabajo. De hecho, había asistido a varios casamientos de sus colegas y estaba segura de que no faltarían al suyo.

Durante la celebración, el sector del salón asignado a los compañeros de trabajo de la novia mostró un evidente vacío: eran seis grandes mesas y solo había una persona sentada.

De acuerdo con el citado medio, luego del desaire, la mujer renunció a su puesto, alegando que no podía seguir trabajando con las personas que la habían humillado en el que debería ser el día más feliz de su vida.

En China, la historia se viralizó en redes sociales, y los internautas se agruparon en dos bandos: unos apoyaban la decisión de la recién casada y otros consideraban que el desengaño se debía a que ella había había alimentado expectativas excesivas sobre la asistencia a su boda.