Contenido creado por Gerardo Carrasco
Curiosidades

No tiene desperdicio

Inspirado en una buena causa, transforma un contenedor de basura en un bólido de carreras

Un joven ingeniero con afición por los “fierros” creó un vehículo único, y pretende ayudar a un amigo.

24.01.2020 13:50

Lectura: 2'

2020-01-24T13:50:00-03:00
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Andy Jennings, de 27 años, pasó 200 horas transformando un simple contenedor de residuos en un vehículo apto para un pasajero, dotándolo de un motor de motocicleta y piezas de un scooter. El singular vehículo puede alcanzar una velocidad máxima cerca a los 60 kmh.

El joven creó su "máquina verde" para recaudar dinero para un amigo de la infancia, Ben Ellis, que sufrió daños cerebrales debido a un coágulo de sangre y ahora requiere atención las 24 horas. Intentará establecer un récord mundial para el contenedor más rápido, algo que los inspectores del Libro Guinness de los Récords evaluarán en mayo próximo.

"Muchos de mis familiares y amigos se han estado preguntando para qué demonios lo estaba haciendo, pero ahora está ahí afuera y funciona. Es agradable, ya que puedo ver su reacción. Incluso mi prometida, Emma, quedó impresionada cuando lo vio a pesar de que tenía muchas dudas al principio", dijo en declaraciones recogidas por el periódico Metro.

El contenedor fue transformado en coche utilizando con el eje trasero de un kart, así como un motor de motocicleta de 110cc, un asiento de bicicleta, manubrios de un scooter para niños y otras piezas.

El coche fue puesto a prueba en un camino vecinal muy poco transitado, cerca de una nave industrial que Jennings alquila, en Swindon. El debut quedó registrado en video, y el vehículo registró una velocidad máxima cercana a los 60 kmh.

"Un par de paseadores de perros se quedaron mirándome con la boca abierta, pero luego se acercaron y me estrecharon la mano y dijeron que era una buena idea", contó.

"Siempre me encantaron los autos y jugar con ellos. Soy ingeniero de diseño, por lo que siempre estoy trabajando en maquinaria y robótica", añadió.

En junio del año pasado, Andy contactó a la gente del Guinness y les contó su idea. Los creadores del famoso libro le transmitieron ciertos requisitos, como la velocidad que tenía que alcanzar el contenedor, y que este tenía que ser usado en su posición vertical original, no valía volcarlo y colocarle ruedas en los costados.