A la hora de guardar contactos en el celular, solemos llamar a nuestros seres queridos y allegados con palabras simples o motes cariñosos. En el teléfono, nuestra madre es simplemente mamá, no una persona con nombres y apellidos. Otros contactos pueden estar agendados por su profesión o el servicio que prestan, por lo que puede figurar “Fulana de las pizzas”, “Mengano armado de muebles” o el peligroso “Juan mecánico”, culpable de tantas desavenencias de pareja.
Y si de problemas de pareja se trata, en Turquía se produjo un caso singular, en el que una mujer solicitó el divorcio luego de descubrir cómo su marido la tenía registrada en el teléfono.
En los últimos días, el Tribunal de Casación ratificó un fallo de primera instancia y dictaminó que la mujer debía ser indemnizada por haber sido agendada como "Tombek", palabra que en turco significaría algo así como "gordita".
El apodo salió a la luz durante los procedimientos judiciales mientras la pareja se divorciaba, y la mujer alegó que el apodo despectivo era "degradante y perjudicial para su relación matrimonial".
Según informaron medios locales, el tribunal de la ciudad de Usak encontró culpable al hombre y le ordenó pagar una compensación económica a su exesposa. Esta decisión sienta un precedente legal, por lo que los esposos turcos deberían pensarlo dos veces antes de ponerle apodos a sus esposas en el teléfono.
El fallo del Tribunal de Casación en este inusual caso de divorcio ha provocado un acalorado debate en las redes sociales. Mientras unos aplaudían la decisión, otros consideraban que se estaba “criminalizando” un mote cariñoso.
"Ser gordita no está mal, y que te llamen gordita no es un insulto. Puede sonar tierno", comentó una internauta. "Probablemente el esposo no lo hizo con mala intención. Espero que la esposa no lo haya tomado así. Lamento que cosas tan pequeñas puedan llevar a la cárcel a alguien, incluso a un familiar", comentó otro.