Gracias a la insistencia de su hermana, este hombre se hizo con una inesperada fortuna

Gregorio De Santis, residente en la ciudad canadiense de Montreal, tiene una deuda de gratitud eterna con su hermana. Según consigna el periódico matritense El País, ella le insistía incansablemente para que pusiera en orden su guardarropa, ya que tenía muchas prendas que no usaba y podía donar.

Con tal de no tener que soportar más la misma salmodia, Gregorio puso manos a la obra, y en el bolsillo de un saco encontró un billete de lotería. El hombre quiso saber si tenía premio, por lo que se dirigió a una agencia de juego. Cuando el funcionario que lo atendió pasó el ticket por el lector de códigos, en pantalla apareció la cifra de 1.750 dólares canadienses (unos 1.350 de EEUU). La cifra no estaba mal y era una linda sorpresa. Pero Gregorio quedó al borde del desmayo cuando vio que aparecían más ceros a la derecha: el premio era de nada menos que 1.750.000.

El hallazgo fue doblemente providencial, ya que la apuesta había sido hecha el pasado 6 de diciembre, y su plazo de cobro es de un año. Un par de meses más y el boleto se transformaría en un trozo de papel sin valor alguno.

El afortunado e inesperado ganador contó que juega a la lotería con cierta frecuencia desde la década de 1970, y hasta ahora sólo había ganado en una ocasión, obteniendo 4.000 dólares canadienses.
En cuanto al suculento premio, afirma que volcará una parte a su fondo de retiro, e invitará a su sobrino a los partidos de la liga de hockey sobre hielo. Pero sin duda deberá hacerle a su hermana un lindo regalo.