Por Diego Castro

Una noche de febrero de 2001, Gastón Rusito González había ido al tablado del Club Malvín. Tenía 8 años. Esa noche actuaba Crazy’s, un conjunto de parodistas que aquel año le peleó mano a mano a Momosapiens el primer premio, pero quedó en la puerta. En el conjunto que dirigía el actual director de espectáculos del Sodre, Fernando Couto, salía Ariel Pinocho Sosa.

“Esa noche habíamos como 20 gurises abajo del tablado. Y él, en medio de la parodia que hacían (Perfume de mujer), bajaba a la platea”, cuenta Gastón, quien hoy interpreta al personaje de Pinocho en Zíngaros.

“Entre los 20 gurises que estaban ahí, al único que le tocó la cabeza fue a mí”, dice el Rusito. “Cuando le conté la situación, me dijo: ‘Yo te elegí’”, recuerda.

Cuatro años más tarde, con 12, estaba debutando en parodistas Somis, del Carnaval de las Promesas. “Ya me habían llamado varias veces de Promesas, pero por temas de proximidad con los ensayos no pude hacerlo”, afirma, al tiempo que agrega que uno de los que lo tentó para salir en ese certamen fue Edén Iturrioz, en La Zafada, una de las murgas más laureadas de Promesas.

“Hubo un momento en el que no pude evitarlo más y salí en Somis”, dice el Rusito. A partir de allí logró una carrera meteórica en el Carnaval. En 2009, aparte de hacer el de las Promesas, hizo murga joven y salió en Carnaval mayor, debutando en la murga Todavía no se sabe.

Al año siguiente debutó con Zíngaros. Tenía apenas 17 años y ya había ganado un primer premio. Luego, en 2011, pasó a Los Muchachos, donde estuvo hasta 2016. Después tuvo una siguiente etapa desde 2018 a 2022. En el medio estuvo en Los Antiguos, parodistas en 2017 y en La Nueva Milonga el pasado Carnaval.

“Catorce años después, vuelvo al conjunto de la familia Sosa y con qué parodia”, sentencia sobre su presente.

No dejen de aplaudir

Así se llama el espectáculo de Zíngaros 2024 y habla de una de las frases más recurrentes de Ariel Pinocho Sosa arengando al público. Es precisamente al Rusito González a quien le toca interpretar a Pinocho. “Desde que arrancamos a ensayar, para mí era un desafío tremendo, no solo por hacer la vida de Pinocho, sino que por hacerlo en su conjunto y con su familia”, afirma González.

El Rusito dice que, habitualmente, cuando se interpreta una parodia de un personaje de nuestro país, “puede ser que vaya a verte algún familiar en el Teatro o algún tablado, pero en este caso todos los días estaba la familia en el proceso”.

“Cada vez que hacíamos la parodia, había como 20 minutos de silencio en el local y yo me iba llorando en el auto a mi casa”, confiesa, y afirma: “Pinocho es un fenómeno digno de ser estudiado”.

Para Gastón, lo que generó esta parodia “hace años que no se generaba en Carnaval”. “Nos están pasando cosas muy buenas con esta parodia; generó una carga emotiva y energética muy parecida a la de él”, completa.

Uno de los momentos más fuertes que generó la parodia fue cuando, en la segunda vuelta del concurso, Gastón Sosa subió al escenario para hacer de él mismo en uno de los últimos diálogos que tuvo con su padre. “Fue muy fuerte que se haya subido a un escenario a recrear las últimas charlas que tuvo con su padre, cuando un tipo que parecía inmortal, como él, le dice que no tenía más fuerzas”, expresa.

Foto: Javier Noceti / Montevideo Portal

Foto: Javier Noceti / Montevideo Portal

El hijo de

Allá por 2009, cuando el Rusito debutó en la murga Todavía no se sabe, la novedad era ver al hijo de Carlos Bananita González en el Carnaval. Hoy por hoy, se nota, Gastón hizo su propio camino. “Mi viejo nunca me hizo pesar ser el hijo de. Siempre me dio para adelante”, cuenta.

Carlos Bananita González fue figura en Los Klaper’s, La Reina de la Teja, Los Favios, Falta y Resto y Uruguay Show, entre otros conjuntos, y además fue dos veces figura máxima del Carnaval, en 1978 y 1980.

“Él nunca me puso en la comparación con el público de Carnaval”, señala Gastón. “Es más, no me va a ver al Teatro para que no le hablen ni le digan ‘qué hace tu hijo’ o ‘qué no hace’”, agrega.

Para el Rusito, su padre fue su escuela artística. “Al no tener escuela, siempre me gustó mirar y ver lo que pasa arriba del escenario, y a mi viejo le he sacado muchísimos piques”, cuenta González.

Referentes

Desde hace varios años el parodismo entró en una especie de quiebre en el que los referentes van desapareciendo, o directamente se van para dejar lugar a nuevas generaciones. Para el Rusito González, el quiebre de esa pérdida de referentes fue la muerte de Ariel Sosa.

“Es una generación que él marcó con la competencia. Ahora nos falta ese hombre y algunos hemos quedado en primera línea”, sostiene.

Sin embargo, Gastón es bastante optimista sobre el futuro de la categoría y sus figuras. “Creo que hay varios artistas que están en proceso que o ya son figuras, o que van camino a ser referentes”, dice.

En ese sentido, pone como ejemplo a varios jóvenes que están haciendo carrera en el Carnaval, y concretamente en el parodismo. “Danilo [Mazzo] ya es una figura, el Checho Denis y Fabricio [Silvera] están haciendo cosas muy buenas. Todos tienen algo. Esa imagen de figura traspasa todo”, señala.