"El anonimato no es para todos" es el nombre del autorretrato que la estadounidense Haley Morris - Cafiero se tomó en la neoyorquina Times Square. Esa foto dio origen al proyecto "Wait Watchers", que intenta exhibir el preconcepto existente hacia las personas gordas.
El resultado es una muestra de 25 paneles donde Haley "posa" en las calles de Memphis, Chicago, Nueva York, Barcelona y Cusco realizando actividades cotidianas, como mirar vidrieras, consultar un mapa o comer un helado. Lo que destaca, sin embargo, no es la presencia de Haley, sino las reacciones de las demás personas ante ella.
Entrevistada por el periódico paulista Folha, Morris prefirió no revelar su peso, pero admitió tener problemas para controlarlo. En dicho reportaje relató el modo en que surgido su proyecto artístico.
"Estaba tomándome autorretratos colocándome en lugares que me hacían consciente de mi peso, como restaurantes o supermercados. Hice un autorretrato en las escalinatas de Times Square, y cuando revelé la imagen, noté que un hombre se burlaba de mí a mis espaldas. Pese a que él estaba siendo fotografiado por una hermosa rubia, me miraba a mí". Esa imagen, tomada en marzo de 2010, fue la desencadenante del proyecto, y evidencia que al menos en aquel entonces Morris prefería tomar sus fotos en película y no en formato digital.
Morris es una reconocida fotógrafa, dio clases en la Universidad de Memphis y durante los últimos nueve años ha coordinado el programa de graduación de dicha asignatura en el College of Arts.
Durante su tiempo libre, se dedicaba a proyectos personales como "Something to Weight" en el que, tal como se indica líneas arriba, se fotografiaba en lugares que se asociaran con su condición de obesa.
"Me uso a mí misma en las imágenes porque creo que no puedo traspasar a otros las luchas externas e internas de mi cuerpo. Creo que mis asuntos personales bien pueden ser universales, y entiendo que puedo hacer circular mejor mi mensaje usando mi propio cuerpo que dirigiendo a una modelo", explica.
Pese a que la idea de la fotógrafa es captar escenas espontáneas, los escenarios donde "acecha" la foto buscada son fruto de una cuidadosa planificación. Por ello, Haley recorre las ciudades buscando emplazamientos interesantes, con movimiento de gente y buena iluminación.
"Trabajo con un asistente que se coloca en un lugar que elegí de antemano mientras yo resuelvo la composición del escenario y preparo la cámara. En general, prefiero que las fotos sean tomadas por una cámara instalada en un trípode, pero a veces mi asistente las saca directamente desde su mano, siguiendo mis indicaciones. A medida que las personas van pasando, le voy indicado el momento para hacer el disparo", detalla.
Las tomas se suceden durante varios minutos, lo que genera cientos de fotos donde Morris aparece realizando actividades corrientes como las antes descritas.
Luego, "examino las imágenes para ver si alguien muestra una mirada de desprecio o si su lenguaje corporal encierra un comentario sobre mi cuerpo". Pero no siempre resulta. "En algunas fotos aparecen personas a las que escuché hacer comentarios groseros sobre mí, pero sus rostros no indican eso".
Sin embargo, cuando la escena funciona el resultado es impresionante. "Creo que esas fotografías demuestran el modo en que la sociedad determina la identidad de una persona en base a su imagen, y cómo tratamos a los demás basados en nuestra propia percepción", concluye.