Daniel Divinsky, fundador de Ediciones de la Flor y el responsable de publicar a Mafalda por primera vez como libro, murió a los 83 años. La causa fue un agravamiento de los problemas renales que padecía desde su infancia, según informó la agencia Noticias Argentinas.
Divinsky ingresó a la universidad a los 15 años. Tenía intención de estudiar Letras, pero, convencido por su padre para tener una salida laboral, iba a anotarse en Ingeniería. Cuando observó el plan de estudios y notó la gran presencia de matemáticas en la currícula, terminó inscribiéndose en Abogacía. A los 20 se recibió de abogado en la Universidad de Buenos Aires, con diploma de honor. Ejerció esa actividad durante diez años.
Según destaca la publicación Análisis Digital, Divinsky fue el editor de Quino y el responsable de llevar a Mafalda al estante de libros. Además fue una figura importante en la publicación y consolidación de autores como Roberto Fontanarrosa, Rodolfo Walsh, Caloi, Maitena, Sendra, Liniers y Nik, entre muchos otros.
Divinsky fue también un editor políglota. Leía en varios idiomas y seguía publicaciones internacionales que le servían de radar para detectar obras nuevas o autores relegados. Así, trajo a la Argentina títulos poco conocidos como Opio, de Jean Cocteau, o la primera traducción al español de textos de Vinicius de Moraes, cuyo contrato firmó personalmente en el Hotel Copacabana Palace, durante un viaje a Río de Janeiro.
Con Mafalda a la cima
Ediciones de la Flor comenzó a publicar los libros de Mafalda en 1970, después de una breve edición inicial con Jorge Álvarez. Fue Divinsky quien convirtió a
la historieta de Quino en un fenómeno editorial, con tiradas iniciales de 200
mil ejemplares que se agotaban rápidamente. Aquella apuesta marcó un antes y un
después para el humor gráfico local, y consolidó al sello como el hogar natural
de las voces más agudas e irónicas del país.
Recientemente, apenas días antes del deceso de Divinsky, se informó que los herederos de Quino habían decidido romper el vínculo histórico del dibujante con la editorial, y habían firmado un nuevo contrato con una multinacional.
Para entonces, Divinsky ya no era formalmente parte de la editorial, ya que en 2015 vendió su participación y se retiró de la actividad.