Exige aislamiento acústico para no oír copular a su vecina

Christine Knowles, de 60 años de edad, vive en un edificio en la urbanización de Sidcup, localizada al sudeste de Londres. Durante los últimos dos años ha sobrellavado trabajosamente la estridente rutina sexual de su joven vecina de arriba.

"La chica parece tener sexo a todas horas, puedo oírla en plena madrugada", relata Knowles en declaraciones recogidas por Daily Mail. Algunos vecinos del barrio suponen que ella exagera, y confunde los sonidos comunes de cualquier hogar con los de cópulas desenfrenadas. "La gente dice que son ruidos domésticos, pero no creo que ella se dedique a martillar clavos a las dos de la mañana" explicó.

"A veces tiene fiestas sexuales, reúne a mucha gente y es algo horrendo", dice la mujer, quien aclara que el calificativo no tiene que ver con un problema de moral sexual. Simplemente, sucede que a más gente, mayor ruido. "Puedo oírlos reír, gritar y tener conversaciones privadas", relata.

Knowles es enfermera psiquiátrica pero se encuentra jubilada por discapacidad, dado que padece artritis, y asegura estar "a la s puertas del juicio final" ya que "el ruido está arruinando mi salud". En su testimonio, asegura que más de una noche debió irse a dormir a su auto, ya que el sonido se le hacía insoportable.

Para mayor complicación, en los últimos tiempos Knowles ha acogido a su madre, de 78 años de edad, quien también padece el orgiástico estruendo de la vecina de arriba.

En busca de soluciones, Christine exigió en varias ocasiones a la empresa inmobiliaria L & Q, responsable del edificio, la instalación de aislamiento acústico en su apartamento. "He estado luchando con L & Q por ese tema, tengo derecho a mi privacidad, y la chica también", explica.

Un vocero de la empresa aseguró que "a raíz de las reiteradas denuncias sobre el ruido, se instalará equipo de monitoreo para evaluar los niveles de ruido". Una vez hecho eso, "nos pondremos en contacto con los residentes para discutir los resultados y los próximos pasos."