Jason Dixon, residente en Sycamore Township, Ohio recibió una notificación del gobierno local exigiéndole que quite su polémico pesebre de jardín. En caso de no hacerlo, sería castigado con una multa de 500 dólares.

Según informa la prensa local, el año pasado Dixon pasó por la misma situación, y pese al "ultimátum" municipal decidió dejar el pesebre donde estaba.

Por su parte, las autoridades locales aseguran que el pesebre en cuestión viola los códigos de mantenimiento de propiedades, y que la normativa no permite ese tipo de "estructuras" en los jardines.