Contenido creado por Martín Otheguy
Entrevistas

El soñador lúcido

Entrevista con Mercury Rev

Los geniales Mercury Rev acaban de editar el álbum The light in you, tras siete años de ausencia. Con su cantante, Jonathan Donahue, hablamos sobre la música como cura para salir de la oscuridad.

02.10.2015 13:46

Lectura: 11'

2015-10-02T13:46:00-03:00
Compartir en

Por Martín Otheguy

En 1995, Mercury Rev estaba todo lo acabada que puede estar una banda de rock. Se había convertido en la versión de Job del dios de la música, que se divertía sometiendo a sus integrantes a una serie de calamidades para comprobar su fe. Su más reciente disco, See you on the other side, había vendido tan pocas copias fuera de Estados Unidos que su cantante Jonathan Donahue estimó la cifra en cinco. Sus miembros estaban al borde del colapso nervioso, agotados emocionalmente y también económicamente: en plena gira por Londres les robaron parte del equipamiento de la camioneta del tour y, poco después, el encargado del merchandising se olvidó en un taxi todo el dinero que habían reunido con las ventas en la gira (poco más de 7000 dólares).

Cuando entraron a grabar su cuarto álbum, Deserter´s Songs, estaban convencidos de que enterraban su carrera y de que jamás volverían a editar otro disco. Sin embargo, ocurrió el milagro: aquella desesperanza liberadora se transmutó en un conjunto de canciones melancólicas y removedoras que convirtieron a los Mercury Rev en estrellas de rock y en un impensable fenómeno popular y de crítica a finales de los 90.

En un momento de la década en que la industria parecía guardar lugar solamente para el pop prefabricado y el nü metal, Mercury Rev abrió la puerta en el cambio de siglo a una nueva forma de entender la música pop, a una sensibilidad psicodélica y trascendente que fue aprovechada luego por los Flaming Lips o Grandaddy, entre otros grupos.

Al igual que sucediera con Deserter´s Songs hace ya 17 años, Mercury Rev acaba de levantarse de la tumba después de varios años difíciles y regresa en este 2015 con otro disco otoñal y redentor. La banda acaba de editar The Light in You, su primer trabajo en siete años, que los vuelve a mostrar flotando entre orquestaciones sutiles y melodías que actúan directo sobre el lagrimal. A días de que el disco salga a la calle, su cantante Jonathan Donahue habló con Montevideo Portal sobre la música como cura y este segundo renacimiento del grupo.

El corazón de las tinieblas

Mercury Rev comenzó su extraño viaje psicodélico a fines de los 80, cuando su cantante Jonathan Donahue era aún un promotor de conciertos para otras bandas. El pop ruidoso y experimental de los primeros discos, como Yerself is steam o Boces, dio paso a la grandilocuencia de See You on the Other Side, que adelantaba ya el tono melancólico y orquestal que haría de los Mercury Rev una de las bandas más emocionantes del cambio de siglo.

Antes de editar Deserter´s Songs, el grupo había "quemado todas las líneas". "No había comunicación, estábamos agotados emocionalmente, con la psique dañada. Llegamos al punto en que creímos que nadie nos iba a escuchar nunca más, que a nadie en el mundo le importaba un nuevo álbum de Mercury Rev. No teníamos suelo que pisar y no había ninguna clase de respaldo, lo que en cierta forma fue bastante liberador para hacer cualquier cosa que quisiéramos. A nadie le importaba lo que pasara con nosotros y no teníamos lugar en la industria", cuenta Donahue a Montevideo Portal. La época de Deserter´s Songs fue "muy autodestructiva", un agujero negro del que pudo escapar sin embargo la luz de canciones evocadoras como "Holes", que "surgió de esa oscuridad en la que estaba".

Y es que veinte años atrás los problemas de Mercury Rev eran otros. Eran, básicamente, clichés del rock en fila: abuso de alcohol, sustancias, colapsos nerviosos, peleas internas a puño limpio, expulsiones de festivales y hasta una detención por llevar armas en plena gira ("por un par de fanáticos peligrosos", según Donahue). El nuevo renacimiento del grupo, sin embargo, surge de otro tipo de oscuridad, la que deriva de las calamidades personales o físicas y no de la indiferencia artística o comercial. The Light in You, el esperado nuevo disco de los Mercury Rev, no es simplemente una segunda parte de Deserter's Songs, aunque mantenga ese tono ensoñador que parece salido de un cuento de hadas lisérgico.

Después de aquel álbum inesperadamente exitoso, llegarían el igualmente celebrado All is dream (2001), que mantuvo el listón de sensibilidad pop, The Secret Migration (2005) y Snowflake Midnight (2008).

Rayo súbito de esperanza

"Es claro que el proceso no fue el mismo, porque en Deserter´s Songs tuvimos muchas dificultades a la hora de grabar, en el relacionamiento entre nosotros, en la convicción de que estábamos haciendo un disco que creíamos que nadie querría escuchar. Lo compusimos creyendo que era lo último que íbamos a hacer y luego se produjo ese renacimiento increíble", dice Donahue al respecto.

Comparar este álbum con Deserter´s Songs es difícil para Donahue por "la imposibilidad del ojo que se mira a sí mismo". "Se precisa distancia para analizar objetivamente a los dos álbumes y yo estoy demasiado involucrado, pero sí creo que igual que Deserter´s Songs el disco nació en circunstancias difíciles y en cierta forma marca un renacer", explica Donahue, que de sus antiguos compañeros de Mercury Rev conserva hoy solamente al multi-instrumentalista Grasshopper, cuya amistad resiste desde hace 25 años los altos y bajos del grupo, incluyendo un intento por sacarse los ojos con una cuchara en un viaje en avión.

"Tanto Grashopper como yo pasamos por muchas cosas, por transformaciones personales, por tiempos oscuros y otros que no lo fueron tanto, pero sí removedores. Muchas cosas pueden pasar y cambiar en siete años y muchas pueden ser muy duras. No importa exactamente cuáles: algunas personales, otras físicas, o de las circunstancias como grupo. Fueron de esos tiempos en lo que todo lo que creías sólido se desvanece, lo que dabas por cierto se pierde", recuerda el cantante sobre el segundo período oscuro que estuvo a punto de fagocitarse al grupo, entre calamidades y cambios de vida, como pasó hace casi 20 años. Donahue, por ejemplo, perdió su casa en el huracán Sandy que asoló New Jersey y New York en el 2012 (con ella se fueron además las grabaciones originales de Deserter´s Songs). Grashoppers tuvo que lidiar con el diagnóstico de Alzheimer de su madre al mismo tiempo que nacía su hijo.

Te veo al otro lado

Esta segunda "Edad Media" estuvo nuevamente a punto de extinguir al grupo pero por razones distintas. "Igual que en aquella ocasión, hubo momentos en que estuvimos inseguros o deprimidos sobre la posible salida del disco, pero ese interés nos mantuvo vivos", dice el cantante.

Aunque esta vez también salieron después de estar "inmersos en la oscuridad", no tuvieron problemas a la hora de grabar y enfrentar la salida del disco, y parecen haber aprendido la lección, que en este caso es de "agradecimiento".

"Estamos muy agradecidos por poder seguir haciendo música y que esa música le importe a alguien, de haber podido encontrar el camino de vuelta a la luz. Hay tanta música disponible para escuchar, tantas cosas para hacer, que estamos genuinamente agradecidos de que a la gente le siga emocionando lo que hacemos. Y también estoy orgulloso de haber mantenido una amistad de 30 años con Grasshopper, a pesar de todo lo ocurrido en este tiempo", explica Doanhue.

The Light in You es un disco sobre redención y amor a la música, que de hecho termina directamente con una oda a la música que salvó sus vidas ("Rainy day record"). Sigue siendo otoñal, pero emerge de a poco de las tinieblas con cada canción y lo hace sin las aproximaciones a la new age que poblaban su anterior álbum, Snowflake midnight (2008).

"El título puede tener muchas acepciones, pero es cierto que puede entenderse también como un renacimiento del propio grupo", explica el cantante. "Es la luz que puede brillar en cada uno y también nuestra propia música. Es el viaje de alguien que pasa por un extraordinario período de tristeza y turbulencia y súbitamente ve una luz en el agua", define.

Si Deserter´s Songs era otoño, All is Dream invierno y The Secret Migration primavera, Donahue cree que The Light in You "es otoño de vuelta, no verano". "Claro que las interpretaciones pueden ser diversas y depende de cada uno, pero yo creo que es más otoñal que veraniego", cuenta.

En este nuevo álbum, que vio a Donahue y Grasshopper encerrarse por meses para trabajar en los detalles caleidoscópicos de cada tema, "las canciones llegaron con mucha rapidez, otra gran diferencia con lo que sucedía en álbumes anteriores". "Yo me quedé sorprendido por ello. Vinieron a mí en una forma mucho más instantánea de lo que suele pasar cuando uno compone un disco, y en ese sentido fue menos largo el proceso", dice el cantante.

Todo es sueño

En The Light in You abundan las imágenes de luz y oscuridad asociadas a distintos animales (cisnes, polillas), sumadas al sello de la casa, las alusiones ensoñadoras y psicodélicas. "Nuestros discos tuvieron siempre esa cualidad onírica en las letras y en la música, pero no tengo una explicación consciente para ello", dice Donahue a Montevideo Portal. "Es parte de los paisajes que habitan en mi mente y es producto de las cosas que siento y me van sucediendo. No tiene un objetivo definido, no es una estrategia. Es lo que aflora al momento de componer", aclara.

El ejemplo más representativo de este estilo, All is Dream, salió a la venta el mismo día de los atentados a las Torres Gemelas y marcó también la pérdida de otro tipo de inocencia para la banda, muy poco antes de la revolución digital que cambió la música.

"Me preocupa que hayamos perdido el tiempo para escuchar música y la magia de sumergirse dentro de un álbum", reflexiona el cantante. "Entiendo también que hoy haya menos tiempo y que la gente no tenga esa sensación mágica de maravilla que causaba una obra de arte y que hacía que la pudieras escuchar cientos de veces, pero me parece importante que podamos reencontrar el tiempo para volver a sentirnos así. Comprendo que hoy suceda que los objetos tengan menos valor, como pasaba en nuestra época con una revista de música, un disco en especial. Veo que la gente lee unos pocos artículos por internet, escucha algunas canciones, pero no genera una relación especial con esa revista, ese álbum", se lamenta Donahue.

Para él, lo negativo de las facilidades que da Internet es que "se perdió la sorpresa, sobre todo, el misterio de no saber qué le deparaba a uno la presentación en vivo de un grupo". "Entiendo las ventajas de poder ver automáticamente cualquier banda a través de Youtube, pero eso te priva de algunas de las mejores experiencias musicales, que es enfrentarte a veces a lo desconocido de un show en vivo. Mucha gente no se molesta ya. ¿Para qué hacerlo si se puede ver cinco noches seguidas por la computadora?", reflexiona.

En una banda asociada a la nostalgia y la melancolía, no es raro que Donahue extrañe los casetes, por ejemplo. "Extraño el amor y la dedicación que había que poner para hacer un compilado en un casete; nos llevaba medio día conseguir y copiar las cintas. Tenía el cariño de una carta escrita a mano en comparación con el envío de un correo electrónico", dice.

Mercury Rev, sin embargo, parece estar lejos de las preocupaciones del éxito y las ventas, después de haber pasado por dos períodos tan removedores. En 1998, "salir de aquella oscuridad total fue una experiencia de humildad". "Haber pasado a vender millones de discos, ganar mucho dinero o sonar en todos lados quizá nos hubiera destruido de venir de una situación relativamente exitosa. Pero veníamos de la nada. Sabíamos que la rueda podía girar y dejarte en el mismo lugar que antes, sabíamos cuán volátiles podían ser las cosas, por lo que haber pasado por eso nos permitió enfrentar el éxito con mucha más fuerza y no desintegrarnos. Es muy fácil confundirse en esos momentos. Hoy en día, nuestra felicidad es seguir haciendo música y ser escuchados. Yo me considero muy afortunado por ello", concluyó.

Por Martín Otheguy