Contenido creado por María Noel Dominguez
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Entrevista a Liria Ortiz, autora de "Mi madre y yo"

La psicóloga Liria Ortiz, es uruguaya pero hace años que vive y trabaja en Suecia. Vuelve a Uruguay de la mano de editorial Planeta y de su libro "Mi madre y yo. Cómo superar una relación conflictiva".

18.12.2016 15:19

Lectura: 6'

2016-12-18T15:19:00-03:00
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El libro es tan polémico como valiente, ya que habla de tres mitos fundamentales que deben ser revisados: que todas las madres aman a sus hijos y que hay que amar y perdonar siempre a la madre.

Producto de consultas a través de su página web y de su trabajo en un periódico sueco, Liria habla y analiza un tema tabú: que podés llevarte mal con tu madre.

"He visto que es un mito muy grande que hace a las personas más infelices. Hay como una suerte de exigencia de que uno se tiene que llevar bien con la mamá, de que uno tiene que querer a su mamá, de que las relaciones familiares tienen que ser de una determinada manera. Y todos esos pensamientos de que tiene que ser de una determinada manera provocan un dolor psicológico que muchas veces es innecesario", dijo Liria a Montevideo Portal.

También puede pasar que una madre no quiera a su hijo: "Ese es un tema tabú muy grande. De que el hecho de tener hijos se toma por sentado que los mecanismos biológicos van a hacer que el amor se establezca casi automáticamente. Sucede en muchos casos pero la realidad es que eso no es siempre así. Suceden muchos casos pero no siempre entonces eso culpabiliza mucho a las mujeres que dicen "bueno, yo no amo a mi hijo" o "no tengo esa relación que todos dicen que hay que tener".

Liria trabaja desde su canal de youtube, y además recibe cartas de los lectores del periódico sueco en el cual trabaja. Para este libro, pidió especialmente que sus lectores acercaran testimonios y el dolor y la frustración está en la mayoría de los que se comparten en el libro.

"No esperaba una respuesta tan abrumadora. Y como es un tema tabú. Yo tenía un poco de miedo a ver si la gente iba a querer hablar de esto. Ha sido un tema tabú. Porque el hecho de que un tengo a una discusión con su mamá, eso es una parte de una relación normal. Pero acá hablamos de cosas más fuertes, de madres que han hecho cosas imperdonables", contó.

En algún momento la relación se hace insostenible y se rompe. Pero ¿cuándo es ese momento? Así lo explica Liria: "Hasta que sientas 'yo he hecho todo lo que he podido' He intentado todas las maneras y no puedo seguir. Puede ser una alternativa empezar a romper. Para que esto se sienta seguro una vez que uno toma la decisión, si es posible hay que darse un plazo. Uno no necesita romper del todo. Seis meses por ejemplo y luego mirar de nuevo. Porque uno no necesita sentir que rompe una vez para siempre".

Hoy que muchas mujeres se atreven a decir que no quieren ser madres, se pone en duda la afirmación de esa "necesidad biológica" de serlo: "Esto también está siendo cuestionado. Va a tardar un poco que todas esas cosas sean permitidas y que se discuta abiertamente. Yo hago un paralelismo con la homosexualidad que se había considerado una enfermedad y ahora estamos aprobando el casamiento igualitario. Y eso ha tomado mucho tiempo y todavía hay residuos. Creo que con todo esto va a ser lo mismo y no va a estar atan sujeto a tabús", dice la experta.

"Lo que hay que pensar es que el individuo tenga la posibilidad de elegir. Si quiere ser madre serlo, pero si no quiere que también esté bien. También hay mucha presión, ni bien una pareja se casa el entorno empieza a preguntar. Abuelos que creen tener el derecho a tener nietos, etc."

Lo cierto es que si una madre rechaza a su hijo, el dolor de este último es muy profundo: "Si hay una necesidad innata que todos tenemos es la de ser queridos y ser aceptados".

Pero no todas las situaciones devienen en una ruptura del vínculo: "Una cosa importante es que yo no recomiendo la ruptura. Cuando no da más quedarse en la relación muchas veces causa dolor sicológico pero la ruptura también. Es como elegir entre peste y cólera".

Seguro el fallecimiento de una de las partes puede provocar una herida permanente, para esto Liria también tiene una respuesta: "Eso también es una cuestión de que trata de el libro: si la relación no fue buena durante la vida de la persona no hay ninguna garantía de que si vos lo hubieses intentado una vez más hubiese sido mejor.
Por eso recomiendo inténtalo las veces que puedas y como puedas. Si la madre fallece que uno pueda decirse a sí mismo "yo hice lo que pude".

Para más información o contacto con la autora:
http://liriaortiz.com/

 

El libro

Mi madre y yo. Cómo superar una relación conflictiva, aborda desde el punto de vista psicológico un tema del que muy poco se habla: el vínculo conflictivo que puede existir en la adultez entre madre e hijos.

La autora, Liria Ortiz, psicóloga formada en Uruguay, ha profundizado en estos temas en Suecia, donde reside, y sostiene que: En nuestra sociedad, es un pensamiento prohibido sostener que una madre inadecuada y sin amor podría no ser amada por sus hijos. Es algo que se habla en voz baja o algo que se puede reconocer ante un profesional, o quizá confesar a una amiga muy íntima; pero el mito del amor incondicional a la madre produce mucha culpa y vergüenza.

No es raro que las personas que han tenido una madre con grandes carencias se vean a sí mismas como malos hijos, que no pueden cumplir con lo que las reglas sociales exigen: 'tienes que amar a tu madre, no importa lo que ella haga o haya hecho'.

La autora se aboca a dar lineamientos acerca de qué se puede hacer ante estas situaciones; en cómo afecta a los hijos adultos cargar con un vínculo así, cómo incide en su autoestima, en sus diversos roles de comportamiento social y en el relacionamiento con los demás. El objetivo es ayudar al lector que se sienta identificado con estas situaciones, a que ponga en práctica diversas estrategias para llegar a ser emocionalmente libre de los efectos indeseados que provoca ese vínculo negativo, actual o pasado, con la madre. Un libro con una actitud comprometida que ofrece herramientas para encontrar un enfoque que atienda esa problemática, que transforme el dolor emocional y evite que se convierta en crónico y paralizante.