Contenido creado por Gerardo Carrasco
Entrevistas

Cambio de cancha

Entrevista a Juan Carlos Scelza

“El disparador es el fútbol, pero la idea es contar cosas que pasan” dijo a Montevideo Portal Juan Carlos Scelza, refiriéndose a “Fanáticos”, su flamante libro de relatos, que alterna la narrativa con una variada batería de preguntas y respuestas.

23.12.2008 11:46

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2008-12-23T11:46:00-03:00
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Montevideo Portal

Fanáticos es un libro que sorprende por dos motivos: por tratarse del debut del periodista Juan Carlos Scelza en la literatura de ficción, y por incluir, intercaladas con lo relatos, extensas y variadas baterías de preguntas, destinadas a la seducción del público futbolero. En diálogo con Montevideo Portal, Scelza habló del proceso de creación del libro y su proyección internacional, así como de la delicada y problemática situación actual de nuestro fútbol.

 

 

¿Cómo surge la idea de lanzar este libro?
Surge como algo espontáneo, porque hacía tiempo que tenía ganas de hacer un libro, específicamente un libro de cuentos. Entonces redacté un par de los relatos que están incluidos hoy en el libro, e intenté que pudieran coincidir con un proyecto. La idea era hacer algo que saliera de lo común, que los cuentos pudieran tener una determinada narrativa y contenido, pero que luego se derivara hacia algo que me gusta mucho, y que me parece que es algo muy nuestro y también muy de futbolero: el hecho de la competencia, de demostrar el conocimiento propio ante las preguntas, y también de competir con otros mediante una lectura en voz alta, compartida en familia o con los amigos.

¿Los cuentos estaban escritos desde hace mucho o son creaciones recientes?
Son de factura más bien reciente, podríamos decir que de un año a esta parte. También mi trabajo periodístico, los viajes etc, hicieron que me fuera ocupando de ellos de una manera espaciada, pero una vez puesto a la tarea, en cuatro o cinco meses estuvieron listos. Mientras tanto, trabajaba en la base de datos para las cinco temáticas sobre las que quería que versaran las preguntas, y a su vez – y quizá eso fue lo que más demoró la salida del libro, pero hizo que realmente fuera el proyecto que yo quería- hubo que encontrar el debido respaldo, como el que tuve en Atlántico Sur, que interpretó no sólo el sentido del libro, sino del proyecto todo.

¿Ya tenías experiencia previa como escritor, más allá de lo periodístico?
No, como escritor de cuentos no. Yo había publicado dos libros que integraban la Enciclopedia de Fútbol Mundial, publicación que venía acompañada por un video. Eso fue cuando yo estaba en Deporte Total, y era un época en que se estilaba mucho que -teléfono mediante- los programas televisivos vendieran sus propios libros. Aquello fue fruto de un acuerdo de Carlos Muñoz con los editores, y él me transfirió en buena parte la responsabilidad de los contenidos. Claro que era otra temática, aunque yo traté de hacerlo un poco narrativo, más allá de que el objetivo de la obra era más bien historiar el fútbol, por ejemplo de Copa Libertadores, recordando pormenores de los partidos, con mucha estadística y demás.

Los cuentos de Fanáticos parecen distanciarse de esa intención historiográfica, e incluso poseen una cierta impronta emotiva ¿hasta qué punto está ahí tu experiencia como periodista deportivo, o simplemente como aficionado al fútbol?
No lo sé, creo que más bien traté de recoger eso que un puede percibir que pasa en cada familia. Me da la sensación de que mediante esos cuentos cortos, se puede lograr que aparezca un tipo de personaje que el lector pueda tener al alcance de la mano, más allá de que todos son ficticios. Una de las cosas que me impulsó a seguir adelante con los relatos, fue una de esas pequeñas trampitas para con uno mismo, porque uno puede escribir algo y quedar muy satisfecho de sí mismo, y cuando se lo lee a alguien más, puede ocurrir que el resultado no sea el mismo, y que el otro esté deseando que uno termine de una vez para irese corriendo (ríe). Por eso “experimenté” con dos o tres personas, a las que sin decirles de dónde habían salido los textos, se los leí. Y resultó que todos se emocionaron mucho. Por eso, más allá del éxito que pueda tener o no el libro ahora que está publicado, la emoción de estas personas me hizo ver en que era posible una comunión con el texto, y eso fue algo que me incentivó.

Entonces, pese a no ser historias personales, cada uno de los que han leído los cuentos, me dice que ya le sucedió algo así: que sí mi padre me llevó a la cancha de la misma manera que en uno de los cuentos, o que tuve un diálogo con mi abuelo como se describe en otro, etc. Ellos se sintieron identificados con las historias, y eso me parece que fundamental.

 
 Foto: Montevideo Portal

¿O sea que son historias que casi podrían haberle sucedido a cualquiera?
Sí, hay algo de eso. Fijate que uno de los cuentos describe un mismo gol, vivido en muy diferente lugares: el camionero en la ruta, la señora sola que lo grita desde el balcón, los presos y los guardias que lo viven desde la cárcel, los estudiantes del interior que se juntan a escuchar la radio. El disparador es el fútbol, pero la idea es contar cosas que pasan.


¿Tenés algún referente literario, o autores que consideres que te influencian a la hora de escribir?
No, no creo. He leído mucho a José Saramago, y me gusta. Pero la intención no fue descubrir una veta literaria -que si surge, bienvenida sea- sino escribir algo que no fuera por el lado del periodismo, por más que eso esté representado en el libro, en la parte de preguntas.

Fanáticos no está en librerías, sino que se vende en los locales de Red Pagos. ¿a qué obedece la decisión de saltearse la vía de venta más habitual para un libro?
Es una decisión que forma parte del proyecto del libro, y no porque yo lo hubiera planeado así desde un principio. Cuando Atlántico Sur recibe la idea, descubre con sorpresa que se trata de relatos de ficción, y varias series de preguntas y respuestas. En todo momento fueron muy respetuosos del material que yo presenté, y de inmediato se pusieron a trabajar para concretar el libro, tendiendo en cuenta una preocupación mía, acerca de que el libro fuera lo más barato posible. Por eso se decidió utilizar un canal de venta no convencional como es Red Pagos, y la inclusión de algunos sponsors, que es algo que no creo que ofenda al lector, ni a la literatura ni a los libros. Muchos colegas que estuvieron en el lanzamiento quedaron muy bien impresionados por el resultado, así que puede que este sea el primero de muchos libros con estas características.

Todavía es temprano para hablar de repercusiones en el público lector, pero ¿qué opiniones pudiste recoger en tu entorno profesional? ¿Cayó como una buena idea o un desacierto?
Bueno, acá en el Uruguay es muy difícil que alguien venga de frente a decirte que te equivocaste. Probablemente se lo digan al de al lado, pero igual terminás enterándote (ríe). Lo que recogí hasta ahora es que en general lo consideraron como algo muy distinto a lo habitual, y se han identificado con la parte narrativa. En cuanto a las preguntas y respuestas, era obvio que los periodistas nos íbamos a enganchar, y de hecho ocurrió durante la presentación del libro, o cuando lo llevé a Radio Sport. Empezaron a hacerse las preguntas unos a otros, y pasaban los minutos y hubo que avisarles que había que hacer el programa.

¿Fanáticos se va a editar próximamente en Argentina?
Sí, se están ultimando los detalles para que eso ocurra. Es por eso que ninguno de los cuentos se refiere a ningún club de fútbol en particular, ni menciona a ningún personaje específico. La idea es que el libro pueda ser leído e incorporado como propio por lectores de cualquier país. Por supuesto que la preguntas contenidas en la edición argentina, van a referirse al fútbol argentino.

 
 Lanzamiento de Fanáticos. Foto: Atlántico Sur

Dejando momentáneamente de lado el libro ¿cuál sería tu reflexión, en términos generales, acerca de la problemática actual del fútbol uruguayo, que culmina con esta suspensión del Apertura a una fecha del final?
Me parece lamentable, porque más allá de los evidentes problemas este final pudo evitarse, cambiar las cosas mientras se seguía andando. Creo que fue inconducente la paralización posterior a los episodios ocurridos en Jardines del Hipódromo. Abría las puertas para que algunos de estos hechos sucedieran, y era evidente que no iban a darse tantos cambios en diez o quince días, como para que ese parate rindiera sus frutos. Tampoco creo que cuando finalmente se reanude el fútbol -porque el campeonato van a tener que terminarlo- nuestras canchas se hayan convertido en réplicas del Arena del Ajax, o de Wembley. Van a seguir siendo los mismos estadios con las mismas dificultades, lo mismos medios económicos para la policía de nuestro país, los mismos protagonistas en el Ministerio del Interior, en la AUF y en la dirigencia de cada uno de los clubes. Es una encrucijada de la que se debe salir con diálogos, con ideas, pero la verdad es que no me gustó este final de campeonato.

¿No creés esperable un cambio sustantivo a corto plazo?
Lamentablemente no. Tampoco están los elementos dados en el fútbol uruguayo como para que sucedan esos cambios. Fijate que hoy estamos todos abocados a erradicar la violencia, lo cual es obviamente necesario. Ahora bien, que se garantice que los partidos se puedan jugar, no quiere decir que un partido entre Canelones y San José deba jugarse un martes, a las diez de la mañana y en Rivera, porque eso es sacarlo de contexto. Los partidos deben jugarse donde corresponde, a una hora razonable, para que la gente salga del trabajo y pueda concurrir a un espectáculo profesional, donde esté resuelto el tema de la seguridad.

Por supuesto que habrá partidos de menor o mayor riesgo, se podrán utilizar más o menos tribunas, etc. Esos son matices, pero lo que no se puede hacer es que todo vaya por esos carriles. Porque entonces hacemos más zonas de exclusión, dejamos más lejos los autos, levantamos más los alambrados, inhabilitamos más tribunas, ponemos más efectivos policiales, revisiones, espirometrías... y todavía se termina por correr los partidos de su horarios habituales, y jugándolos en canchas en las que al fin y al cabo no se sabe si se van a poder jugar. Ahí si perdemos definitivamente al espectador sano, porque se le ponen trabas a la gente común. El que trabaja se perjudica, el que va en auto también porque lo tiene que estacionar lejos, te ponen un tejido más alto que te permite ver menos, los taludes no se habilitan. Es una suma de elementos que terminan por expulsar a miles de personas que simplemente quieren disfrutar tranquilamente del espectáculo.

El Campeonato Uruguayo pasado fue considerado como el de mejor nivel en muchos años. A pocos meses de su finalización, se juega un Torneo Apertura sumamente discreto ¿a qué puede deberse un cambio tan grande en tan poco tiempo?
Uno de los problemas es que los jugadores se van muy rápido, los equipos no pueden retenerlos, y se vive armando todo el tiempo. Fijate que si yo te pregunto cuál es la oncena titular de Peñarol...no las sabés (ríe). Tampoco la saben los jugadores, pero no se trata de un problema de un sólo equipo, porque si te pregunto cuántos de los jugadores que trajeron lo grandes, estuvieron en forma y plenitud durante el campeonato, tampoco lo vas a saber. Porque Matute Morales entró un poquito, Darío entraba y salía, porque Richard Núñez jugó apenas, porque el argentino se fue, porque al israelí de Peñarol lo viste diez minutos, y así.

Se han dado unas condiciones que generan esos pico de irregularidad. No sé si es porque cuesta armar los equipos y hay muchas idas y venidas. Entonces tenés un muy buen campeonato, y seis meses después uno muy malo, que ni siquiera termina como es debido (ríe) Ojalá que ahora venga el pico alto, que haya fútbol y sea bueno.

Fanáticos se vende en Red Pagos a $250. Por cada ejemplar vendido, la Mutual de Futbolistas recibirá un porcentaje que se destinará al programa “Un techo para el fútbol”, que busca generar viviendas para los deportistas que no tienen posibilidades de acceder a un techo propio.

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