Enferma de celos, mujer pasa a su novio por detector de mentiras cada vez que sale

Una mujer que hace que su prometido tomar una prueba de detector de mentiras para demostrar que ha sido fiel cada vez que sale de la casa, ha sido diagnosticado con una enfermedad rara que causa celos delirantes.

Debbi Wood, de 42 años y residente en Leicester, Reino Unido, es tan paranoica que ejerce un asfixiante control sobre su compañero, Steve, de 30 años. Además de la mencionada prueba de veracidad, Debbi revisa el celular, correo electrónico y movimientos bancarios de su novio varias veces al día.

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Steve, que comenzó a salir con Debbi en 2011 después de que se conocieron a través de un amigo, incluso tiene incluso prohibido ver mujeres en televisión o en fotografías de revistas.

Los médicos han descubierto que Wood sufre una dolencia llamada síndrome de Otelo, bautizado así en virtud el celoso personaje shakesperiano. El trastorno hace que las personas piensen que sus parejas le son infieles, incluso cuando no hay motivos -mucho menos pruebas- para desconfiar.

"Me siento aliviada de saber finalmente qué es lo que me pasa , pero todavía tengo un largo camino por recorrer. Aunque Steve se salga sólo durante 15 minutos para comprar un litro de leche, le hago tomar una prueba de detector de mentiras tan pronto como llega a casa. Me quedo sospechando que se quedó mirando a la vendedora", dice en declaraciones recogidas por Daily Mail

Woods, quien pasó diez años en los EE.UU, regresó a Gran Bretaña hace tres años luego de un noviazgo fallido que la dejó destrozada.

Estaba tan afligida que se propuso como objetivo no iniciar otra relación. Los expertos creen que ese trauma emocional es lo que desencadena el síndrome.

Steve estaba viviendo en su Escocia natal, cuando un amigo en común lo contactó con Debbie vía Facebok. Tras varias semanas de intercambiar mensajes, él viajó a Londres, donde ambos disfrutaron de su primera cita.

Supe que íbamos a ser pareja cuando nos dimos nuestro primer beso bajo el Puente de Londres. Yo no quería enamorarme de nuevo después de mi última relación, pero Steve me robó el corazón, dice la mujer.

"El único problema era que vivíamos muy lejos. Empezamos a tener planes serios que nos llevarían a vivir juntos, pero luego descubrí que Steve había estado saliendo con otra chica más o menos en los tiempos en que nos conocimos", relata.

"El dijo que no creía que en aquel tiempo estuviéramos en una relación exclusiva, debido a la distancia. Todo quedó aclarado, pero yo empecé a desconfiar", prosigue.

Wood, quien también sufre de trastorno bipolar y los trastorno dismórfico corporal, dice que sus celos se agravaron cuando la pareja comenzó a convivir, y ella pasó a controlar cada movimiento de su novio.

Ella instaló filtros de control parental en el notebook y el celular de Steve, para asegurarse de que no mirara imágenes de mujeres desnudas, y le prohibió ver los programas de televisión que exhibieran chicas.

"Una noche, vimos en TV un anuncio de un producto para depilación, y sentí pánico al pensar que Steve estaba mirando a la modelo", cuenta.

La paranoia constante llevó a Debbi a comprar por Internet un detector de mentiras. "Era la única manera de saber a ciencia cierta lo que Steve miraba o hacía. En general es muy sincero, pero un par de veces me ha mentido respecto a mirar otras mujeres".

Wood fue diagnosticada con el síndrome de Otelo a principios de este año, y su condición le ha afectado tanto que apenas ha salido de casa en seis meses.

Se le recetaron fármacos contra la ansiedad y ha comenzado a hacer terapia. Una vez finalizado el tratamiento, piensa casarse con Steve.