Contenido creado por Gerardo Carrasco
Vida de perros

Vida de perros: por Andrés Peirano

El imprinting: presta atención a la etapa de aprendizaje más importante para tu cachorro

El entrenado Andrés Peirano te cuenta todos sobre la etapa que forjará la personalidad de tu perro y su relación con el entorno.

07.02.2019 07:49

Lectura: 4'

2019-02-07T07:49:00-03:00
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Vinculado a los canes casi desde su nacimiento, Andrés Peirano abandonó una promisoria carrera en la Fuerza Aérea luego de que sus experiencias en Congo le llevaran a volcarse por completo a su vocación por los perros.

Tal como lo relatara en diálogo con Montevideo Portal, el contacto con la violencia y la indefensión de los más débiles le llevó a concebir un proyecto único: entrenar perros callejeros como sistema de alerta temprana y protección de mujeres y niños. Estos animales podrían prestar un valioso servicio en lugares -como el mencionado país africano- donde la población civil está a menudo indefensa ante el accionar de grupos armados.

En la actualidad, Peirano ejerce como entrenador y da cursos de capacitación en la materia. También realiza tareas de apoyo emocional mediante perros entrenados, dirigidos a confortar a personas que han pasado por experiencias traumáticas, como el caso de quienes se ven afectados por inundaciones, algo tristemente frecuente en nuestro país.

En su nuevo artículo, Peirano aborda los elementos a los que hay que prestar atención en la conducta de los cachorros.

 

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El imprinting es el periodo en el desarrollo del cachorro que va desde que abre los ojos, a los 11 días de nacido aproximadamente, hasta las 6 o 7 semanas de vida. En ese lapso el perro aprende a través de un método muy primitivo, que lo hace seguir en todo aspecto al primer animal grande con el que se relaciona.

En esta etapa el cachorro aprende cuáles serán sus conductas filiales, sexuales y sociales. Debido a esto, separar al cachorro de su madre antes de finalizar el imprinting ocasiona serios problema de conducta.

Lamentablemente son los casos más frecuentes con los que me encuentro en el trabajo día a día, especialmente en perros adoptados, ya que muchos de ellos fueron abandonados al nacer o su madre murió prematuramente, algo que trunca su normal desarrollo desde el primer paso y genera los siguientes problemas:

1) Síndrome de hipersensibilidad o hiperactividad:

Estos perros parecen no poder parar, siempre presentan una conducta extremadamente ansiosa, algo que puede generar problemas para inhibir o controlar la mordida. Son perros que, por ejemplo, al tocarlos nos muerden las manos con la intención clara de jugar pero aprietan demasiado. Estos perros también pueden tener problemas para dormir.

Lo normal en un cachorro en esta etapa es dormir entre 18 a 20 horas diarias, pero los canes con este síndrome pueden llegar a dormir solamente 7 horas, lo que puede generar la respuesta hipersensible a estímulos muy bajos. Los animales en esta situación no pueden procesar de forma la información que reciben del entorno, lo que provoca reacciones agresivas causadas por el miedo o la ansiedad. Asimismo, son muy propensos a padecer fobias.

2) Depresión por desapego precoz:

En estos casos es normal notar que no quieren jugar o salir a pasear. Sus movimientos pueden ser notoriamente lentos, siempre tienen la cabeza por debajo de la línea de los hombros y pueden presentar estereotipias como movimientos incoherentes y repetitivos.

3) Síndrome de ansiedad por separación:

Implica conductas destructivas que pueden ser acompañadas por orines y defecaciones en lugares inapropiados y ladridos excesivos. Puede llegar a generar, en casos graves, grandes crisis de angustia. Este síndrome es el más común de todos.

4) Disocialización primaria:

Es la más difícil de corregir y se caracteriza por conductas agresivas en el perro cuando el humano intenta controlar o redirigir alguna de sus acciones. Los animales en esta condición son generalmente mal identificados como agresivos, malos y tremendamente dominantes.

La reacción del humano, según mi experiencia, normalmente es enfrentar al perro físicamente con la intención de castigar radicalmente la conducta, pero esto solo empeora el problema y en muchos casos terminan siendo abandonados o sacrificados debido a la falta de comprensión del verdadero problema.

Si tu perro presenta algunas de las características descritas, es realmente importante que contactes a un profesional en la modificación de la conducta y que sigas sus consejos para evitar que el problema derive en una situación completamente incontrolable.


Andrés Peirano

apeiranok9h@gmail.com

En Facebook: K-9.H Uruguay

 


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