El icónico espía británico George Smiley, personaje clave en la literatura de espionaje del siglo XX, regresa con una nueva misión en La decisión de Karla (Planeta), escrita por Nick Harkaway, hijo del legendario John Le Carré. La novela, situada cronológicamente entre El espía que surgió del frío y El topo, narra los orígenes del archienemigo de Smiley, el agente soviético Karla, y llena un vacío narrativo en la célebre saga del Circus.

Harkaway, autor en su propio derecho con novelas como Gnomon y Titanium Noir, asumió el proyecto como parte del cumplimiento de una “lista de deseos” que su padre dejó antes de morir en 2020: cuidar a los nietos, disfrutar del legado y consolidar su figura como uno de los escritores más importantes en lengua inglesa.

“Mi primera reacción fue negarme, porque era el mundo de mi padre. Pero luego entendí que, justamente por eso, tenía que hacerlo”, dijo Harkaway en entrevista con EFE.

Un legado literario y moral

La trama de La decisión de Karla se desarrolla en 1963, cuando Smiley, ya retirado del servicio secreto, es llamado para resolver un caso que involucra a una inmigrante húngara, un desertor ruso y un asesinato frustrado. La novela no solo reconstruye una década ausente en la cronología de Le Carré, sino que busca explorar cómo Karla se convierte en el enemigo simbólico de Smiley, más allá de la simple confrontación ideológica.

Para Harkaway, la relevancia de la Guerra Fría no ha desaparecido: “No es una similitud, es una continuidad. Las decisiones geopolíticas del siglo XX siguen resonando hoy. Ucrania es un ejemplo”, afirma.

Smiley, en ese contexto, vuelve a representar al agente con conciencia, atrapado entre el deber y la moral. “Su empatía es su superpoder, pero también su carga. Tiene que decidir qué está dispuesto a sacrificar para no convertirse en aquello que combate”, explica el autor.

Le Carré, espía y escritor con compasión

John Le Carré, cuyo nombre real era David Cornwell, sirvió en el MI5 y el MI6 antes de volcar su experiencia en la literatura, dando forma a una obra que vendió más de 60 millones de ejemplares en 36 idiomas. Aunque su imagen pública era la de un escritor reservado y complejo, su hijo lo recuerda como alguien alegre y comprometido.

“Existe esta idea de que la tristeza es profunda y la alegría no. Pero él era profundamente alegre. Y su compromiso personal y político se basaba en la compasión”, concluye Harkaway.

¿Un nuevo ciclo para Smiley?

La publicación de La decisión de Karla podría marcar el inicio de una nueva etapa para el universo literario de Le Carré, con potencial para atraer tanto a lectores clásicos como a nuevas generaciones. La novela ya ha despertado expectativas en el mundo editorial y podría abrir la puerta a futuras adaptaciones.

Con información de EFE