Las bases del certamen impiden la participación de fotos de animales domésticos o en cautividad.

Según explican los organizadores, el objetivo de la convocatoria va más allá de hacer reír sanamente al público: se trata de concienciar a la sociedad sobre el valor de los animales salvajes y la libertad de la que merecen disfrutar.

El concurso ofrece como premio un safari fotográfico por África, y una estatuilla creada por la entidad que los organizadores apadrinan: un hogar para niños discapacitados en Tanzania.