La filmación registra el momento en que una familia deja en libertad a una ardilla a la que había cuidado y asistido durante varios días, luego de hallarla enferma y sin posibilidades de valerse por sí misma.

Tal como se aprecia en las imágenes, el emotivo momento fue interrumpido de forma súbita y dramática por el gato de la casa, cuyo instinto lo hace más afecto a los ataques rápidos que a los momentos cinematográficos.

"No sabíamos que nuestro gato Tom estaba fuera mientras liberábamos a la ardilla", contó la dueña de casa a medios locales, agregando que el felino no mató al roedor, sino que se limitó a dejarlo en la puerta de la vivienda.

Cierto es que la pobre ardilla murió días más tarde, pero la mujer asegura que fue por la enfermedad que ya padecía, y no por el ataque de su mascota.