Contenido creado por Gerardo Carrasco
Curiosidades

Indigesto

Demanda a restaurante por algo que comió hace 5 años y le causa aún “gases incontrolables”

El hombre asegura que contrajo entonces una infección que le produce hasta ahora “flatulencias incontrolables”.

01.08.2022 12:21

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2022-08-01T12:21:00-03:00
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Todo empezó en diciembre de 2017, en un mercado navideño en la ciudad inglesa de Birmingham. En ese lugar, Tyrone Prades ingirió un sándwich que le cayó mal. Demasiado mal. De hecho, el hombre asegura que los efectos nocivos fueron realmente graves en los días posteriores a la ingesta, y que ciertas “molestas secuelas” lo acompañan desde entonces.

Poco después de comer el bocadillo, el comensal sufrió calambres estomacales, fiebre, vómitos y diarrea, y estuvo postrado en cama durante cinco semanas. Todo eso constituye una pésima experiencia, pero fue solo el comienzo de sus problemas. Desde ese fatídico día, el hombre de 46 años sufre “flatulencias regulares e incontrolables” que lo avergüenzan en todas partes, y también “ruidos estomacales” que lo despiertan en mitad de la noche.

Ahora, a casi cinco años de esa cena nefasta, Prades está demandando al dueño del puesto de comida por 200.000 libras esterlinas (unos 243.000 dólares), según informan medios locales.

Ante la corte, el abogado de Prades explicó que meses después de que su enfermedad inicial remitiera, el estómago de su patrocinado todavía emitía “extraños sonidos de agitación” y que las “flatulencias excesivas e incontrolables” nunca desaparecieron.

“Los síntomas son, principalmente, cansancio y función intestinal alterada asociada con ‘revoltijos’ dentro de su abdomen, y flatulencia”, dijo el abogado, quien enfatizó que los ruidos que emite el aparato digestivo de su cliente no le permiten dormir con regularidad.

El representante legal de Prades entiende que el padecimiento de tales síntomas de manera prolongada han “cambiado su vida”, y puso como ejemplo de ello las “flatulencias excesivas e incontrolables que le hacen sentir vergüenza de presentarse en público”.

Por los síntomas padecidos, se barajó la hipótesis de que el sándwich ingerido por Prades hace cinco años estuviera contaminado de salmonela. Sin embargo, los análisis de la vajilla en el establecimiento constataron la presencia de otra bacteria peligrosa (E. coli), pero no de salmonela.

De esa diferencia se aferran los abogados de la compañía Frankfurt Christmas Market Ltd, administradora del puesto de comida en cuestión.  Dado a que el demandante no sufrió infección por E. coli, piden que se pruebe la hipótesis de la salmonelosis y su relación con el restaurante.