El escritor estadounidense Dan Brown, célebre por El Código Da Vinci, aseguró que la humanidad se encuentra “en un momento umbral hacia un nuevo modelo de conciencia humana”, comparable a los grandes giros históricos del conocimiento, como el cambio de paradigma que impulsó Copérnico en el siglo XVI.
"Hubo un tiempo en el que creíamos que la Tierra era el centro del sistema solar, pero Copérnico demostró que nuestro modelo era erróneo. Creo, como muchos científicos, que hoy estamos ante un cambio idéntico", afirmó Brown durante la presentación en Madrid de su nueva novela, El último secreto , publicada el pasado 18 de setiembre.
Una trama sobre la ciencia de la conciencia
En este nuevo volumen de La saga de los secretos, el profesor Robert Langdon regresa en un thriller ambientado en Praga, donde se cruzan conspiraciones, neurociencia y dilemas espirituales. La historia gira en torno a Katherine Solomon, una científica dedicada a las teorías noéticas —el estudio de la conciencia y el pensamiento humano—, quien desaparece misteriosamente antes de publicar un manuscrito que podría desafiar siglos de creencias sobre la vida y la mente.
"Parte del propósito de este libro es poner luz sobre el hecho de que la ciencia y la religión están comenzando a apuntar hacia el mismo sitio. Son dos lenguajes distintos tratando de contar la misma historia", explicó el autor.
Desde su lanzamiento, El último secreto vendió más de 150.000 ejemplares en español, confirmando el magnetismo de la fórmula Brown: enigmas históricos, simbolismo y ciencia en tensión con la fe.
“Hablar y escuchar”
Brown sostuvo que su mensaje central no es solo filosófico, sino profundamente humano: "Vivimos en un mundo donde todos hablan, pero nadie escucha. El diálogo es la clave: hablar con los otros y escuchar". Según el autor, el viaje de Langdon es también un recorrido hacia la curiosidad, el escepticismo y la apertura al conocimiento .
Respecto a las críticas que suelen acompañar sus libros, Brown fue tajante: "No me molestan si hay un diálogo constructivo. Lo importante es que se debata".
Inteligencia artificial y creatividad humana
El escritor también reflexionó sobre el aumento de la inteligencia artificial , una herramienta que, según él, debe usarse “de manera responsable y honesta”. Aun así, descartó aplicarla en sus procesos creativos, que consideran “actividades eminentemente humanas”.
"Tenemos una tendencia a fijarnos en lo negativo. Pero la misma tecnología que usamos como arma puede servir para el bien", señaló. “Hay más amor que odio, y más poder creativo que destructivo”.
Un optimismo humanista
Para Brown, la humanidad atraviesa un momento de transformación profunda, pero no sin precedentes. "La historia está llena de momentos difíciles, y siempre aprendemos a sobreponernos. Lo haremos otra vez", concluyó.
Con información de EFE
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