Contenido creado por Jorge Luis Costigliolo
Entrevistas

¿Qué pasó ayer?

Conversamos con Pil Trafa, vocalista de los legendarios Los Violadores

“La injusticia humana es eterna”, dice Pil Trafa, vocalista de los legendarios Los Violadores, que este domingo se presentan en Montevideo en Bluzz Live.

23.08.2016 17:21

Lectura: 7'

2016-08-23T17:21:00-03:00
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Jorge Costigliolo | Montevideo Portal
jcostigliolo@montevideo.com.uy

Enrique Chalar tiene una remera de PiL y un pedo atómico. Se cortó accidentalmente y es un estropicio de sangre y mugre. Va con unos amigos por el costado de la vía del tren y, de repente, cae en un pozo en la tierra, del que sale embarrado y con nuevo nombre. De ahí en más, todos lo conocerán como Pil Trafa. Es enero del 81. Hay dictadura militar. Es Argentina.

Un par de meses después se suma como cantante a Los Violadores, la primera banda punk de su país, y en julio tiene su bautismo de fuego en el show de la Universidad de Belgrano. Ahí, su grupo protagoniza una reyerta con hippies, rollingas y autoridades, que termina con los integrantes de Los Violadores y varios de sus seguidores presos. El incidente sirve para cimentar su fama de quilomberos, y colabora con el quién-es-quién del rock argentino.

Después vinieron las maduras: llegaron los discos, los shows masivos, las giras, el "se vendieron" de parte de su público, y también las peleas y reconciliaciones, que no fueron tan felices en lo artístico.

Sin embargo, esos cuatro primeros álbumes de Los Violadores (Los Violadores, de 1983, que incluía a Hari B en guitarra, Stuka en bajo, Sergio Gramática en batería y Pil en vocales), y los que se sucedieron hasta 1987, con Stuka a cargo de la guitarra y el Polaco Zelazek en el bajo, redimen, ellos solos, cualquier resbalón histórico.

Los Violadores es, lejos, el mejor disco de punk rock grabado en América Latina: furioso y político, suena como si los Sex Pistols hubiesen navegado las aguas del Riachuelo. ¿Y ahora qué pasa, eh? los muestra más irónicos y menos rabiosos, y tiene el hit más grande del punk rock en español (dejando de lado esa power ballad que es "Hacelo por mí"): "Uno, dos, ultraviolento" es una obra maestra, ganchera y original. Fuera de Sektor, el tercer álbum violador, los puso oscuros y poperos, y Mercado Indio les devolvió el rock de guitarras de "música ardorosa para gente revoltosa".

El resto, lo que vino después, no es tan importante, aunque hay que decir, en su defensa, que siempre asumieron riesgos estéticos y buscaron, con obstinación, textos inteligentes. De hecho, Los Violadores, con su formación casi original (con Pil, Stuka, Gramática y Zelazek), viene celebrando este 2016 los 30 años de ¿Y ahora qué pasa, eh? con un repertorio basado en los primeros discos.

Ya llenaron el Luna Park, preparan una película con ese show y este fin de semana volverán a Montevideo. Ahora, a pocas horas de la uruguayísima Noche de la Nostalgia, cabe preguntarse qué tienen esas viejas canciones que las hacen resistentes al paso del tiempo. Pil Trafa tiene su respuesta. No es revival ni chotez de viejo. "La injusticia humana", dice, "es eterna".

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¿Por qué siguen vigentes las canciones de Los Violadores?

En realidad, hoy se vive mucho mejor que cuando nosotros comenzamos en los 80, o antes, con la dictadura. Pero después sigue habiendo problemas. Las letras no pierden vigencia. Lamentablemente, ¿no? Algunas, las más "geopolíticas", como "Sin ataduras", o "Guerra total" sí, porque desapareció lo que era la Cortina del Este y la Guerra Fría, pero siguen marcando un momento de la época. Es algo que quedó, y es importante seguir respetándolo. Nosotros nacimos con un mundo así. Nuestro país en dictadura, Latinoamérica en dictadura, y un enfrentamiento Este-Oeste.

¿Sos nostálgico?

Yo miro hacia adelante. El pasado está en mis canciones, y lo recreo en vivo. Pero yo tengo mi banda, y he sacado un disco nuevo [con su banda Pil y Los Violadores de la Ley, publicó Último hombre en 2015].

 

Te pregunto porque se cumplen, por estos días, 35 años del recital de la Universidad de Belgrano que, aunque fue muy poca gente, es un mojón para el punk rock argentino...


Antes vivíamos en dictadura. Lo de la Universidad de Belgrano era algo que se veía venir. Teníamos tres, cuatro meses como banda, pero se veía venir que nos iban a detener y dar palazos. Y fue lo que pasó. Y mejor que pasó porque el tiempo nos dio la razón: los que nos pegaron palazos después fueron presos. En Argentina casi todos los jerarcas, por llamarlos de alguna forma, y los grupos subalternos, por suerte fueron en cana. Fue el único país que enjuició a las Juntas Militares. Y algunos murieron en la cárcel. Como tenía que ser. Pero los políticos están libres, y ellos hicieron otras tropelías. No a ese extremo, pero sí de corrupción.

 

Antes de tocar en el Luna Park decían que Los Violadores no necesitan tocar por una necesidad económica. ¿Nunca te planteaste dejar de hacer música?

No, yo tengo una edad para seguir activo, y voy a seguir hasta que vea que no rindo. Para eso me mato en el gimnasio, corro, hago ejercicios. Mens sana in corpore sano. Mis cervezas me las sigo tomando, pero ahora son de mejor calidad. Las cervezas uruguayas me gustan. Hace poco estuve de turista en Montevideo, y me senté a tomar algunas en el Manchester, un bar muy lindo.

 

En los últimos años hay como un redescubrimiento del punk old school. A la reedición de Uno dos ultraviolento (Piloto de Tormenta) de Esteban Cavana, una biografía de Los Violadores, se sumó Demoliendo la Casa Rosada (Piloto de Tormenta), un libro de historias del punk argentino en primera persona, y el documental Desacato a la autoridad, donde los protagonistas recuerdan esas épocas. Vos también vas a publicar un libro en estos meses...

Va a salir en febrero. Lo va a sacar Planeta. Se llama Más allá del bien y del punk, y está coescrito con Juan Carlos Kreimer, que escribió, en Londres, en el momento justo e indicado, Punk, la muerte joven. No pretende ser una autobiografía. Hay trazos de mi vida, pero más que nada son pensamientos. Como buscarle una pata filosófica al punk. Y nos detenemos en este mundo nuevo, de tanta tecnología, de tanta invasión a la privacidad.

 

¿Sos refractario a la tecnología?

No. La uso. Tengo mi Facebook, tengo mis cosas, que me sirven para publicitar mi trabajo. Antes tenía que pagar. Algunos shows los publicito solo en Facebook. Antes había que pagarle a los diarios, que se quedaban con un 30% de la recaudación. Es más justo que la recaudación quede para los músicos que para los CEOs de los diarios. Pero el estar un poco más cómodo e hipnotizado por la tecnología hace que haya menos creatividad, cuando, en realidad, la tecnología se puede usar para lo contrario. Esto no es una crítica, son épocas, y todas las épocas son diferentes. Pero los pibes hoy en día la música la bajan y no tienen que pagarla. Antes tenías que pagarla y la disfrutabas más, porque te costaba. Yo sigo comprando discos, vinilos, para mí es el alma, el cuerpo, el físico. Pero los chicos bajan la música y la escuchan en el celular, sin calidad de audio. Pero no importa eso. Es parte de la historia moderna.

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Los Violadores se presentan este domingo 28 de agosto en Bluzz Live, junto a los locales The Moors. Las localidades están a la venta a través de Tickantel.

 

Jorge Costigliolo | Montevideo Portal
jcostigliolo@montevideo.com.uy