Contenido creado por Jorge Luis Costigliolo
Entrevistas

Como un misil

Conversamos con Nico Barcia sobre la reversión del material de Chicos Eléctricos

“Siempre fuimos una banda que despertaba cosas muy polarizadas. Para algunos éramos chetos, para otros reventados”, dice el músico.

23.08.2017 15:01

Lectura: 14'

2017-08-23T15:01:00-03:00
Compartir en

Jorge Costigliolo | Montevideo Portal
jcostigliolo@montevideo.com.uy

La década del 90 no fue un buen momento para el rock en Uruguay. El país no terminaba de digerir bien qué era ese asunto de la democracia, había represión y desempleo, y los ecos de aquella primera generación rockera de la post dictadura se esfumaron con las cenizas del voto verde. Las bandas que se mantuvieron no tenían -casi- dónde tocar, y los nuevos grupos se presentaban, las más de las veces, que eran pocas, en lugares improvisados con mal sonido y peor entorno.

Esto hoy parece una estupidez, pero había escasos medios que difundieran una música que sonaba mal y no estaba de moda y, para que te leyeran un comunicado, tenías que tipearlo a máquina, ensobrarlo, dejarlo en la recepción de la radio, diario o canal de TV y rezar para que te dieran bola.

A eso hay que sumarle que muchos artistas desistieran de grabar un carísimo disco incluso antes de pasar por el demo, y una buena noche, para público y bandas, era volver a tu casa de madrugada sano y con todas las pertenencias con las que habías salido.

Así y todo, mirando los 90 con cierta perspectiva, no estuvieron tan mal.

Algunos, muy pocos, lugares que se abrieron para tocar, ofrecieron grandes espectáculos, y en ellos hasta se respetó al artista y al público. El rock no era una moda -al menos no escandalosa-, y eso creó un sentido de pertenencia a prueba de lentejuelas. Si te cruzabas en la calle con un tipo que usaba una remera de la banda que te gustaba, estabas más cerca de él que de todos tus compañeros de clase.

En ese contexto, y pese a él, surgieron por la época bandas que desafiaron la grisura e intentaron transitar senderos poco explorados por estos lados del mapa. Algunos de ellos lograron sonar bien, se hicieron fuertes con los años y surfearon la década a guitarrazo limpio.

Chicos Eléctricos fue uno de esos grupos. La banda no llegó a cumplir diez años de vida, pero alcanzó a publicar cinco discos propios, participó de recopilatorios, se presentó en escenarios minúsculos y en las grandes superficies del rock, cambió de formación, pero nunca resignó su espíritu, y al final ardió.

Ahora, casi 20 años después del meditado final Eléctrico, Nico Barcia busca revivir esa energía en un show único y, al parecer, irrepetible. *

Barcia fue cantante y guitarrista de Chicos Eléctricos desde su formación y hasta el último día. "Vienen y me dicen: ‘eh, ¿son los Chicos originales?’, y yo digo: ‘¿Cuáles originales?’, porque originales son todos los que pasaron por la banda. En diez años, salvo Gabriel [Barbieri, bajista] y yo, nadie estuvo más de dos años seguidos", recuerda. Y entonces, hace unos meses, se armó de paciencia y ganas y juntó a una suerte de dream team juvenil que lo acompañará en esta revisita al repertorio eléctrico. Allí estarán Juan Chao en batería [ex Malacate y Max Capote, entre otros], Nacho Echeverría, en bajo [Buenos Muchachos, Mandrake & Los Druidas]. Y Luis "Motosierra" Machado, viejo fan y compinche, traído especialmente desde España para el evento.

"Acá va a estar el que quiso estar", dice Barcia, poniendo énfasis en la frase con un "¿Entendés?" categórico. "A mí no me va que vengan ‘los morales’ a decirme ‘Tiene que estar Fulano o Mengano’. Me chupa un huevo. Esto no es el regreso de Chicos Eléctricos. Ni ahí. Esto es un gusto que me quiero dar, y para que las canciones no queden por esa. A mí me importa tres carajos la leyenda. Yo no quiero tocar con gente a la que no veo hace 20 años, no conoce a mis hijos, no me junto a comer un asado, o no podemos estar juntos en el mismo cuarto. ¿Yo qué sé cuáles son los Eléctricos originales? ¿De qué época? Lo único que te digo es que el quiso estar va a estar, y va a estar de puta madre".

**


No importaba la noche, pero vos sabías que un show de los Eléctricos nunca te defraudaba, y eran la banda más punk de los aledaños...

Yo creo que sí. Había re actitud. Teníamos ese costado energúmeno del punk. Esa cosa de tirar la piedra y esconder la mano. Éramos chicos, en definitiva. ¿Viste cuando leés historias de otras bandas, y ves que siempre había un productor, un tipo grande que realmente cuidaba al grupo, que lo aconsejaba bien? A nosotros nos faltó eso. Se nota en nuestros discos, se nota que podrían haber sido mejores, que podríamos haber explotado más.

 

¿Hubieran sido los mismos? ¿Se hubieran bancado un Carbone?

No creo. Igual un Carbone existió. Pero él no era un productor, no se metía en lo que hacíamos. Todas las cosas que dicen de Carbone... Carbone fue la persona que menos se metió en lo que hacíamos. Es más: algún día alguien tendría que escuchar las maquetas del Vaca, a ver si se explica cómo pueden habernos editado ese disco.

 

¿Eran malas?

No. Eran asesinas. Hirientes para el oído humano. Yo tengo la teoría de que Carbone nunca lo escuchó. Que simpatizaba con nosotros, o no le importaría mucho. Capaz que le importaba otra cosa.

 

Ustedes venían bien...

Sí, habíamos vendido bien los dos primeros discos. Para el under estaba bien.

 

Eran la gran promesa blanca...

Ponele, una cosa así.

 

Estamos hablando del 94, ¿Qué había ahí? Estaban viniendo las trompetas...

No, creo que todavía no. Ahí creo que estaban fuertes las bandas de metal, surgiendo unas cuantas. Puede ser... Ahí ya había venido Mano Negra, y ta, eso como que cambió todo. Pero creo que el rock latino uruguayo no había emergido, todavía. No me acuerdo bien.


¿Cómo armaste el team para este show? ¿Ya conocías a los pibes?

Yo los conocía, y ya nos habíamos juntado a tocar algunas veces, y siempre salía algo de Chicos Eléctricos, porque a ellos siempre les gustó mucho la banda, aunque pocas veces la vieron en vivo. La gente que toca en mi banda, la gente con la que yo toco, nunca los vio. Gran parte de esto es una oportunidad para gente que no los vio nunca. A Leíto [bajo y guitarra en Hotel Paradise] no lo dejaban salir. El Pete [Gonzalo Petersen, bajo y guitarra en Hotel Paradise] tampoco. Walo [batería en Hotel Paradise] creo que nos vio alguna vez. Y con Reyes Estallar pasa lo mismo. Mati [Matías Singer, cantante y guitarrista] y Charly [Priario, baterista] escucharon mucho de la banda o son fans de los discos, pero nunca los vieron. Es una música que nunca más sonó en vivo. Es como un capricho esto, ¿viste?, una fiesta que estoy haciendo para volver a hacer sonar esa música que, de otra forma, si no lo hiciera así, creo que no seria, posible.


¿Lo vas a volver a hacer?

Pah, no sé. Esto es una vez. Una vez. Nos está gustando, pero es una vez. No creo que se repita. No lo creo, porque yo estoy haciendo mis cosas, los chiquilines también. Esto es como un gusto que nos estamos dando, y ante lo imposible de juntar una banda injuntable, por millones de razones, ante la opción de que quede la música olvidada, tirada por ahí, me pareció copado hacerlo así. Estoy organizando y haciéndome cargo de una fiesta para repasar toda la historia de la banda que fue la banda sonora de mi vida. Le podés llamar un "autotributo". No me importa la manera de llamarlo. Lo que sí me importa es lo que va a pasar en el escenario. Me hago cargo y te lo re vendo. No me pongo humilde en eso. En serio, va a estar bien. Si no, no lo haría.

 

Sos un referente, una "leyenda", ¿Lo tenés asumido?

No lo pienso. Me parece un mal negocio vivir pensando eso. No me serviría para nada hacerlo. No sé. Sé que hace mucho tiempo que hago algo, y también sé que nunca hice otra cosa. Esta es la única música que yo hago. Lo que voy a hacer ahora, en realidad, es la misma música que hago con mis bandas. No hago otros estilos. No me interesa. En ese aspecto sí puede ser que sea consciente de que soy una persona que hace 30 años que hace lo mismo, con la misma intensidad o con el mismo compromiso. Yo siento el mismo compromiso siempre al hacerlo. Eso sí me pasa. Pero prefiero tocar con gente más joven, más fresca, más despierta. No querría tocar con "leyendas" como yo.

Barcia & Momia Mazzei. Foto: Facebook Nico Barcia

A tu favor está la supervivencia...

Claro. Algunos están locos, otros están muertos, otros están haciendo cosas que no me importan.

 

Se hizo mierda tu generación. Vos decías que Chicos Eléctricos te salvó la vida...

En parte sí. Sin duda. Porque no hubiera tenido una actividad tan importante para ocuparme, para trabajar en eso, un sueño. Era un sueño para mí. Si vos no tenés un sueño estás medio jodido...


¿Era un sueño de vuelo corto o pretendías "trascender"?

Sí, queríamos tener el sueño de ser rockeros. Ese era el sueño. Es un sueño cumplido.


¿Y ese sueño existe ahora, en lo que vino después?

Yo tengo el mismo sueño. Creo que hay gente con ese sueño. Capaz que juega en contra el exceso de información, aunque, en realidad, si yo hubiera tenido toda esa información cuando tenía 14 años... ¡Dámela toda! No sé si es por época, o por cabeza. Antes no existía internet, y tenías que ponerte a sacar canciones de oído, le errabas a las letras, no sabías lo que estabas cantando, y si lo sabías repetías una estrofa cuatro veces. Ahora se sabe todo: se sabe qué estaba tomando el tipo cuando grabó. Por ahí la gente se marea con tanta información.


¿Te acordas de lo que estabas tomando cuando compusiste "Guacha"?

Ni en pedo. No me acuerdo. Además, por lo general, cuando compongo temas, estoy tranquilo. Hay todo un mito... Cuando escribís, cuando hacés algo, estás tomando un mate, un café, yo qué sé... A veces podés estar con amigos en un ensayo, tomando algo, y a alguno se le ocurre un delirio, y está bueno, te lo acordás y lo usás para canciones. ¡Pero yo qué sé! Creo que en los procesos de trabajo fructíferos tenés que estar lúcido para recorrerlos. Si no, no podés grabar discos, organizarte, comprarte cosas. Te gastarías todo en vino y no te comprarías una guitarra. Como hacen muchas bandas más de otra onda, que tienen instrumentos de mierda y lo único que les importa es tomar vino y nada más. No éramos así nosotros. Nos preocupábamos por las cosas. Que nos hayan dado más o menos bola ya no es nuestro problema.

 

Me acuerdo de un epíteto hacia los Eléctricos, que se los acusaba de "whiskeros"...

¿Whiskeros? [Risas] Claro, decían que éramos chetos, porque en vez de vino tomábamos whisky. Siempre fuimos una banda que despertaba cosas muy polarizadas. Para algunos éramos chetos, para otros reventados. Para los metaleros éramos punks, para los punks éramos demasiado metaleros...

 

¿Les gustaba eso?

Nos gustaban muchos aristas del rock & Roll. Sí, capaz que en una época nos gustaba mucho Soundgarden, pero también nos gustaban los Dead Kennedys, y convivían en las cosas que hacíamos. Y convivían bien.

 

Igual ustedes se buscaban un poco esa polarización. Aquel famoso concierto con Ratos de Porao, donde el público los llenó de monedazos... Una banda con un poco de criterio no hace lo que hicieron ustedes...

Lo que pasa es que éramos provocadores. Éramos bastante provocadores. Nuestra música lo era, y también a veces nuestra actitud. Obviamente, a veces decís "No me importa el sistema, no querés editarme, andá a cagar, me importa tres carajos". Pero en realidad, creo, siempre tenés en el fondo algo de mimoso, que reclama que alguien te haya querido, te haya puesto una mano encima, como nadie nos puso a nosotros. Ahora, capaz que esa provocación viene a funcionar como rabieta porque no me diste bola. Pero no era que no nos importara nada que no nos dieran bola. Queríamos que nos dieran bola, y no fue así.

 

¿Cuando dejaron de tocar quedo una cuenta pendiente?

La verdad que no. Ya estaba terminado. Ahora lo veo a la distancia y me parece que estuvo bien. De hecho, fue como un anticipo de una época que vino después en el rock, en la que nosotros, como éramos como banda, no teníamos mucha cabida. Fue la época de rock más "masivo" uruguayo, que explotó más. Hasta ese entonces no era muy común la cantidad de bandas de rock que vino después.

 

Que tenías que juntar cinco bandas para llenar un Teatro de Verano...

Sí. O ibas al Palacio de la Música y había dos guitarras. Ahora vas y hay mil, hay una industria, y la gente toca más la guitarra de lo que juega a la pelota. Con todo lo bueno y lo malo que eso tiene. Además, teníamos un desgaste personal con la música, interpersonal también, porque fueron muchos años en una época de la vida en la que uno necesita, capaz, hacer otras cosas. Me parece que la historia estuvo bien cerrada.

Barcia & Fede Fernández | Foto: Raúl Burguez- Facebook: Nico Barcia

¿Y ahora?

Esto es otra historia. Esto es un tipo grande, pasado el tiempo, que tuvo la idea de revisar esa historia. ¿Con qué? Con la gente que está a mano, con la gente que tiene ganas, que está dispuesta. Con una banda, porque lo primero que hay que tener para hacer esto es una banda. Huir de eso de que "vuelven los Chicos Eléctricos". Esto no es una vuelta de los Chicos Eléctricos. Yo no lo vivo así ni en pedo. Una vuelta de Chicos Eléctricos es imposible. Los Chicos Eléctricos tuvieron una formación diferente en cada disco, cada formación fue explosiva, insustituible, imposible de reeditar, ni siquiera por los propios protagonistas. Vos podés poner a un músico de Chicos Eléctricos del año 92, ahora, y no es un músico de Chicos Eléctricos. Algunos tocan estilos diferentes, se fueron a otras músicas, a otros países. Algunos no están tocando, no están en actividad. ¿Quién quiere el trabajo de rejuntar a personas que no ve hace 20 años para ver si pueden reactivar algo? No está dentro de mi interés, y no quiero usar el tiempo ni la energía para eso. Esto es más fácil, más natural. Además van a estar casi la mitad de los Chicos Eléctricos "originales", aunque todos, a esta altura, son originales. Van a tocar con nosotros algunos temas, no como banda fija. Pero van a estar. Y vamos a hacer como 40 canciones. Va a estar Leo Manganelli, el "Momia" Mazzei, el Fede Fernández... Otros no están tocando, o no se colgaron con este modo de hacerlo, o están en el exterior...


Y además le cumplís el sueño del pibe a Luisito Motosierra...

Sí [Risas]. ¡La incorporación de Luisito! En Chicos Eléctricos hubo dos guitarristas... Estuvo el Seba [Bergeret], estuve yo, pero hubo dos guitarristas que son el "Momia", en sus dos épocas en la banda, y Andy Adler, que son músicos de una personalidad muy fuerte. Difíciles siquiera de emular. Son violeros inigualables. Vos podés traer al mejor guitarrista que se te ocurra a tratar de tocar lo que ellos tocan, y no puede. Es realmente imposible. No podés. No tiene el espíritu para hacerlo. Son espíritus los músicos. Y me pareció, por lejos, que el que estaba más cerca de hacerlo, porque es también un músico de espíritu, de nuestro riñón, es Luis. Él tocaba conmigo y el "Momia" antes de Chicos Eléctricos. Mucho antes. Y Luis admira mucho a los dos, y ha escuchado la música nuestra. Creo que era el único violero que podía ponerse ese saco incómodo para ser la guitarra estrella de esto que estamos haciendo.

 

La música de los Eléctricos no envejeció, pero ¿cómo te llevaste con las letras?

Y... Me la banco. Algunas de las canciones por ahí me dan como un poco de vergüenza, pero me parece bien asumir el rol de intérprete. Nunca tuvimos canciones que hablaran de política, de cosas del momento, entonces por ahí está bueno eso de guacho adolescente que se quiere levantar una mina. Eso le sigue pasando a los pibes ahora, así que me parece bien.

**

Nico Barcia presenta Chicos Eléctricos en La Trastienda Samsung. Sábado 9 de setiembre, desde las 21:00. Localidades anticipadas en Red UTS.

 

Jorge Costigliolo | Montevideo Portal
jcostigliolo@montevideo.com.uy